Juan José Cortés, el padre de la niña onubense Mari Luz, asesinada en 2008 por el pederasta Santiago del Valle, considera "un lavado de imagen de la Justicia" la denegación de la suspensión de la condena de un año de cárcel para la mujer de Del Valle, Isabel García, por el falso testimonio en el juicio.
En declaraciones a Efe, Cortés ha indicado que este tipo de decisiones que el juzgado toma ahora a la familia "no nos soluciona nada, porque el daño no nos lo quita nadie".
"Esto es un lavado de imagen de la Justicia, porque esta mujer debería estar pagando con 14 años de cárcel por ser cómplice de asesinato", ha indicado.
Sin embargo, "la han premiado con una condena irrisoria, y mientras nosotros seguimos con nuestro dolor, que es para toda la vida, ellos en la calle, con poco tiempo de condena, y encima con sus beneficios".
Juan José Cortés ha asegurado que acatan la decisión de la Justicia, "pero algo así es imposible de entender para nosotros".
El pasado vieres se conoció que el Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha denegado a García la suspensión de la condena de privación de libertad de un año que le fue impuesta por el delito de falso testimonio durante el juicio contra su marido en este caso.
En un auto emitido por el juzgado se desestima dicha petición y se ordena la ejecución de la sentencia, que implica la entrada en prisión de García, si bien esta decisión aún es recurrible.
García había realizado la petición de suspensión de condena una vez que su sentencia ha devenido firme tras pronunciarse la Audiencia Provincial al recurso de apelación que presentó contra la misma logrando que se le redujera la pena de cárcel de dos a un año.
La reducción de la pena obedecía a que la Audiencia tuvo en cuenta la eximente analógica de transtorno psíquico de esta mujer que no tuvo en cuenta el titular del juzgado de instancia.
El juzgado de lo Penal 2 de Huelva condenó a Isabel García al entender que en su declaración durante el juicio por la muerte de Mari Luz Cortés ésta "faltó a la verdad, consciente y voluntariamente".
En ese juicio, Rosa del Valle quitó cualquier responsabilidad a su marido en la muerte de la niña y acusó a su cuñada, Rosa del Valle, de haberla matado.