La Consejería de Medio Ambiente ha requerido a las industrias ubicadas en el Polo Industrial de Palos de la Frontera el desarrollo de un plan para reducir la emisión de compuestos orgánicos volátiles y evitar su concentración para dar solución a los episodios de malos olores en el entorno.
De esta forma, la Consejería, según ha informado en un comunicado, acota sus actuaciones en la zona del polígono industrial químico de Palos de la Frontera para dar con el "origen exacto" de los malos olores que se han registrado en las últimas semanas en Huelva y el entorno y que han dado lugar a decenas de llamadas al Servicio de Emergencias 112 por parte de la ciudadanía.
La delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, ha señalado que "se abre esta nueva vía de trabajo" después de que las primeras conclusiones de los muestreos llevados a cabo hayan desvelado la existencia de concentraciones significativas de compuestos orgánicos volátiles -sustancias químicas que contienen carbono- en este punto".
Josefa González Bayo, tras puntualizar "la dificultad que entraña" en estos momentos asociar los malos olores de una manera inequívoca a una sola actividad ante la coexistencia en un mismo espacio de diversas industrias, ha señalado que la Consejería ha requerido a aquellas empresas que aparecen como posibles focos de producción de dichos compuestos un plan de abatimiento.
Dicho plan implica la adopción de medidas tendentes a reducir las emisiones de estos compuestos cuando las condiciones climatológicas sean adversas y favorezcan su concentración.
En este marco, dentro de la revisión de los procesos industriales que se lleva a cabo, también se han incrementado tanto las visitas a instalaciones como los controles analíticos de sustancias no reguladas en las autorizaciones ambientales.
Además, con el fin de delimitar al máximo las fuentes emisoras de estos compuestos, se ha trasladado ya a Huelva la Unidad Móvil de Inmisión (UMI) de la Consejería que se instalará en tres ubicaciones diferentes de la zona sur de este polígono industrial durante tres semanas para caracterizar la huella de las inmisiones.
La delegada ha destacado que en los más de ocho meses de duración del estudio iniciado después de que las estaciones de control de la Red de Vigilancia de la Junta de Andalucía no detectaran en el episodio del 12 de enero ningún dato anómalo ni la superación de ninguno de los límites permitidos por la legislación vigente se han contabilizado hasta 4.200 determinaciones analíticas.
Esto incide en la idea de que los malos olores se deban a esos compuestos orgánicos volátiles que no son detectados por los medidores de contaminación.