Lejos queda ya en el recuerdo las tardes y noches amargas de la afición española, la impotencia de aquella Eurocopa perdida contra Francia en el 84, la bestia negra de los cuartos de final y la sensación de que a pesar de jugar bien, la Selección volvía para España a las primeras de cambio. Dieciocho años después, España le devolvió el codazo que Tassotti le dio a Luis Enrique en el Mundial de Estados Unidos de 1994 a base de buen juego y de fútbol.


Y Jaén celebró por todo lo alto que su Selección hizo ayer historia y se convirtió en el primer equipo que consigue dos eurocopas y un Mundial consecutivos.
Los bares de la ciudad se llenaron de jienenses uniformados con los colores de España, con banderas, trompetas, gorras, gafas y el corazón en un puño cuando empezó el partido.
Los aficionados que acudieron al auditorio de La Alameda creyendo que se proyectaría el partido allí, corrieron a buscar cobijo catódico en los bares de los alrededores. Con el primer gol de España los cientos de jienenses que abarrotaron la sala Kharma respiraron profundo después de celebrar el primer tanto de ‘La Roja’. Tras el segundo y tercer gol de España la alegría estalló en la ciudad.

Fiesta
El cuarto gol dio paso a la locura, a la fiesta. Miles de jienenses se echaron a la calle para celebrar la victoria. El claxon de los coches se convirtió en la banda sonora de la ciudad durante buena parte de la noche y una marea roja se olvidó que hoy era lunes y disfrutó de una goleada de la Selección que se despidió de la Eurocopa por todo lo alto, como lo hacen sólo los grandes equipos, jugando al fútbol y haciendo por unas horas que todo el mundo olvidara la rutina pesada que la economía ha impuesto desde hace cinco años. Anoche la crisis dejó de tener los colores de España y sólo hubo lugar para la alegría.