La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén ha desestimado a través de un auto el recurso de apelación interpuesto por un joven jiennense que ingresó en prisión el pasado mes de octubre por una sentencia firme que le condena a seis años de cárcel como responsable de un delito de lesiones graves por las que un varón perdió la visión de un ojo en una pelea llevada a cabo en un salón de bodas en 2007.
Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, a pesar de que en el juicio la víctima afirmó "sin ningún género de dudas" que fue Rubén M.M. quien le causó dicha lesión, la grabación de una conversación entre el padre del condenado y dicha víctima "recoge que a pesar de que dijo que había sido Rubén, no lo sabía, pues no lo vio".
Este hecho fue denunciado por "falso testimonio" haciéndose cargo de la investigación el Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, que finalmente archivó la causa poniendo en entredicho la grabación aportada por la familia. Por ello, los familiares decidieron recurrir el archivo, si bien este mismo martes la Audiencia ha desestimado la apelación "argumentando la invalidez de las pruebas presentadas". "Era el medio de anular la sentencia de Rubén", puesto que "el único testigo de los hechos es la víctima".
Así, allegados a Rubén mantienen en una página de la red social 'Facebook', creada para apoyar su "inocencia", que "el 9 de septiembre de 2007, en un restaurante donde se celebraban por separado dos banquetes de boda, se produjo una pelea entre los invitados de ambos convites, iniciada por una leve rencilla entre niños de seis años, que derivó en una batalla campal en la que volaron sillas y se arrojaron objetos de todo tipo".
"Rubén M. M. discutió con un hombre pero al ver que el enfrentamiento iba a mayores se quitó de en medio, versión ratificada por el guardia de seguridad del restaurante". "Varias personas resultaron heridas, entre ellas quien perdió la visión del ojo izquierdo, que identificó como su agresor a Rubén, lo cuál es imposible porque ya no estaba en el lugar".
Sin embargo, "la Audiencia dio más credibilidad al relato de la víctima y le impusieron una condena de seis años de prisión, sin tener ninguna prueba más". Por tanto, recurrieron ante el Supremo, que "no tuvo en cuenta sus alegaciones y no admitió a trámite sus argumentos". "Tampoco prosperó el recurso que presentaron ante el Constitucional".
"Una testigo escuchó una conversación en el bar donde trabajaba la víctima, que aseguraba no llegar a ver quién le golpeó", por lo que se contrató a un detective cuyas grabaciones "son homologadas y válidas para juicio, consiguiendo un vídeo en el que reconoce hasta dos veces no haber visto a su agresor".
Así las cosas, le denunciaron por "falso testimonio", denuncia que fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, pero el pasado 9 de agosto se archivó el caso, pues el juzgado entendía que "con la respuesta 'no lo vio', el acusado se refiere al momento en que le hincaron el vaso, no a la persona que se lo clavó y cerró la causa".
Por último, en la red social se expone que "existe una duda más que razonable de la autoría de los hechos", con lo que ve injustificado el ingreso en prisión de Rubén M.M. en un centro penitenciario de Sevilla.