Los datos trasladan un mensaje de pesimismo para los jóvenes, cada vez más preparados, y a los que obligamos a coger las maletas y marcharse de Jaén
Las cifras del paro registrado en febrero han vuelto a castigar duramente a la provincia, que suma 2.797 desempleados más, lo que representa un 5,12%. Parece que una buena parte de quienes tienen responsabilidad de gobierno, en el conjunto de las administraciones, no acaban de enterarse de que el paro es con diferencia el gran problema de Jaén, dibujando un panorama desolador, de nuevo a la cabeza nacional del desempleo y esto sin que haya acabado la campaña de aceituna, con lo cual las alarmas están ya disparadas y lo que te rondaré. La valoración de los agentes sociales no puede ser más pesimista, y la de los partidos políticos, como siempre, leyendo los datos de acuerdo a sus intereses y echando balones fuera porque la responsabilidad siempre es del otro. Nos gustaría saber qué tendrá que pasar en Jaén para que los principales responsables de las instituciones públicas se den por aludidos y decidan coger el toro por los cuernos, o qué ha de pasar para que los jienenses abandonen su siesta y demanden soluciones urgentes a esta situación excepcional. Nos asaltan hoy dos reflexiones. Una, el mensaje de pesimismo que los datos trasladan sobre todo a los jóvenes jienenses, cada vez más preparados, con una Universidad que quiere formar talentos, y a los que obligamos a coger las maletas y marcharse, en la mayoría de los casos para no regresar. La segunda es una pregunta dirigida a nuestros políticos, de izquierdas y de derechas, de arriba y de abajo, en el sentido de si esta situación tan arraigada, tan cruda y tan real es el proyecto de futuro que tienen para esta provincia y si no les causa sonrojo.