El restaurante de Daroca de Rioja, representa este martes a España en la novena edición del concurso gastronómico internacional
El restaurante Venta Moncalvillo, de Daroca de Rioja, representa este martes a España en la novena edición del concurso gastronómico internacional Copa de Jerez, en el que el sumiller Iván Sánchez y el cocinero Juan Pablo Stefanini ofrecerán un menú basado en la verdura riojana y maridado con vinos de Jerez.
El sumiller de Venta Moncalvillo, Carlos Echapresto, ha detallado a Efe que el equipo español defenderá una "apuesta rompedora" basada en platos disponibles en la carta de su restaurante, acompañados por vinos de Jerez que no se suelen utilizar junto a esas elaboraciones.
Este restaurante, que cuenta con una estrella Michelin desde 2010, resultó finalista del certamen en el que compiten con las propuestas de los equipos de Klinker (Alemania), Paul de Pierre (Bélgica), Esmee (Dinamarca), Mercado Little Spain (de los españoles José Andrés y Ferran y Albert Adrià en Estados Unidos), De Librije (Países Bajos), The River Café (Reino Unido) y Selfie (Rusia).
El chef Juan Pablo Stefanini y el sumiller Iván Sánchez elaborarán un menú elaborado con productos de la huerta riojana, "la seña de identidad del restaurante", ha indicado Echapresto.
Así, de entrante, sugieren el plato "Y sin embargo", elaborado con alcachofa, patata y queso con "Palo Cortado Apóstoles VORS 30 años" de Bodegas González Byass.
Como plato principal, han escogido "Tributo al pasado", con acelga acompañada de callos de bacalao y comino, maridada con el vino "Palo Cortado centenario La Saca" de la Colección Roberto Amillo.
Para el postre, su opción es "Del salado al dulce...", una sorprendente propuesta a base de espinacas en distintas texturas y una crema de piñones con "Pale Cream" de Bodegas Urium.
El sumiller de Venta de Moncalvillo, Premio Nacional de Gastronomía al mejor Sumiller en 2016, ha precisado que, tanto estos vinos como los platos, "son muy difíciles sobre el papel".
Así, ha dicho que, en el caso del postre, no lleva azúcar y el vino escogido no es el habitual para acompañar a un plato dulce, ya que es más propio de tomarlo con el aperitivo.
Además, el Palo Cortado Apóstoles que acompaña al entrante es un vino más adecuado para un postre "goloso", pero se ha escogido para restar amargor a la alcachofa y acompañar a la crema de queso de Cameros.