Por casa va a pasar todo. El Xerez CD tiene que hacerse fuerte en Chapín sí o sí en lo que queda de campeonato. De las tres jornadas que restan,
dos serán en suelo jerezano y ahí no puede volver a fallar el equipo. Los pupilos de Juan Pedro Ramos tienen que
amarrar la permanencia matemática lo antes posible para no pasar apuros innecesarios y no llevarse un susto al final. El equipo está a cuatro puntos del descenso y a tres de la decimotercera plaza que podría correr el riesgo de arrastre según los descensos que haya en Segunda Federación.
La vida de los xerecistas pasa este
sábado a partir de las 18.00 horas. El equipo azulino recibe al
Bollullos con un único objetivo entre ceja y ceja, ganar. Los visitantes llegan en octava posición en la tabla con 36 puntos, cuatro más que los xerecistas. Prácticamente ya no se juegan nada, pues tienen el playoff de ascenso a siete puntos a falta de nueve por disputarse. De los últimos cinco partidos solo ha conseguido ganar uno, frente al Puente Genil por 0-3. Los otros cuatro han sido dos empates a cero ante Conil y Córdoba B y derrotas frente al Ciudad de Lucena y al Atlético Espeleño.
Aunque hay que remontarse a los años sesenta, el Xerez CD
siempre ha ganado al Bollullos jugando de local, el último choque en Jerez fue en febrero de 1963. El último enfrentamiento reciente en el tiempo fue el de la primera vuelta, que terminó con derrota por 3-2 con remontada de los onubenses.
Partido más importante de lo que parece en un principio. Vencer para respirar y vivir tranquilo el final.