Con varios frentes abiertos en la problemática y difícil tarea de la gestión de la sanidad pública, Inmaculada Cosano asume esos problemas como propios y los afronta de frente, en la búsqueda de soluciones. En una entrevista concedida a EL FARO repasa la situación de la sanidad en la comarca.
—¿Qué balance hace de sus dos años de gestión?
—El balance es muy bueno. La experiencia personal y profesionalmente ha sido muy interesante, ha sido una experiencia que me ha enriquecido mucho y que profesionalmente ha contribuido a que me desarrolle mucho, Y después, el conocimiento de esta zona en profundidad es apasionante.
—¿Qué se encontró cuando llegó a al gerencia del Área Sanitaria?
—Era una situación concreta, que en ese momento estaba revuelta, con motivos ajenos al diario y a la realidad de todos los días, y estaba el área un poquito revuelta. Hubo que empezar a trabajar todos los profesionales, los agentes sociales y la Dirección del centro para que las aguas volvieran a estar en su sitio, y que cada uno volviera a desarrollar su trabajo.
—¿Cuáles han sido las actuaciones más importantes?
—A lo largo de este año ha sido el trabajo con los profesionales y la transformación en unidades de gestión clínica de un número importante de unidades existenciales, en línea con el proyecto del sistema sanitario. Y, desde el punto de vista laboral, la estabilización de los profesionales, con contratos cada vez más estables.
—¿Cuáles son las actuaciones que aún tiene pendientes?
—Tenemos que completar el mapa de unidades clínicas y seguir trabajando en la calidad asistencial de todos los días, desde diferentes estrategias y diferentes bases, contando siempre con los profesionales, porque sin ellos ninguna estrategia de calidad es de verdad. Básicamente, tenemos que seguir haciendo lo que hacemos, pero tenemos que hacerlo cada vez mejor. Tenemos unos excelentes profesionales en el Área, tanto en Primaria como en los dos centros hospitalarios, que tienen que tener las condiciones adecuadas de trabajo para hacer las cosas que hacen cada vez mejor, y que esa calidad sea cada vez más contrastable.
—¿Hay proyectos de puesta en marcha de nuevos servicios?
—Ahora mismo nuevos servicios no hay previstos para este año. Lo que sí tenemos es el proyecto de trabajar en la línea de implicación de los profesionales en la calidad de lo que hacen.
—También se ha trabajado en la mejora de las infraestructuras...
—Lo más representativo es el hospital de La Línea, que sigue creciendo, a pesar de ser conscientes de que estamos en una época concreta de crisis económica que afecta lógicamente a todo el mundo. Pero, aún así, se ha trabajado, se ha invertido, hemos intentado mejorar las estructuras de los dos centros hospitalarios, trabajar también algo en Primaria e ir cerrando algunas de las cosas que estaban abiertas y abriendo otras.
—¿Ha afectado la crisis?
—Realmente, yo creo que la crisis, en general, a todos lo que nos ha hecho es modularnos. Modular los tiempos, los momentos y establecer las prioridades. Yo siempre digo que en Sanidad somos afortunados porque, lo que teníamos, lo tenemos. Otras áreas no pueden decir lo mismo.
—¿Cuál es la situación de la plantilla?
—La situación está mejor, porque hemos ido estabilizando profesionales. Todavía no hemos terminado el proceso, nos quedan algunas categorías, unas con más profesionales y otras con menos. Pero se ha estabilizado a una parte importante de la plantilla, que era una de las necesidades primeras, que la gente estuviera segura trabajando aquí, y se sintiera segura en su puesto de trabajo, que es lo que permitirá abordar otras áreas de crecimiento.
—Se critica mucho el descenso de la plantilla en verano...
—Siempre, es verdad que cuando llega el verano y se introducen los planes de vacaciones, siempre se empiezan a esgrimir las cifras de los porcentajes de sustitución. Pero este porcentaje no dice nada, porque no son cifras globales, en el sentido de que se asume que en verano la actividad programada disminuye. Y disminuye porque los propios ciudadanos tienen otras prioridades que la de hacer algo que puede esperar. Con la disminución de esa actividad programada, hay determinadas sustituciones que no se hacen, pero porque el servicio está disminuido. Y se acometen, además, actuaciones de obras en zonas concretas de los hospitales, que también limita, pero porque no hace falta tanta capacidad al verse disminuida la actividad programada. Las zonas que son específicamente prioritarias y que no están afectadas nunca por la actividad programada, que son las Urgencias, siempre mantienen su cobertura al cien por cien. Al igual que la UCI. Los servicios sensibles, que no dependen de si me quiero operar ahora o no, me quiero hacer este estudio ahora o ya la consulta prefiero posponerla para después de vacaciones.
Oncología
—¿Cuál es la solución al problema de la ausencia de oncólogos en La Línea?
—Ahora mismo en el hospital de La Línea hay un oncólogo del Punta Europa que va, no todos los días de la semana, por supuesto, y de momento todavía se mantiene una oncóloga del hospital Puerta del Mar que está yendo a La Línea un día de la semana en concreto. El planteamiento que hemos hecho desde el primer momento, cuando abordamos esta situación, fue cuando la oncóloga que había en La Línea decidió, por motivos estrictamente personales, cambiar su lugar de trabajo. Fue un abordaje que estaba en garantizar la atención a los pacientes, y además en garantizarles una atención segura. No podemos jugar con este tipo de pacientes. No podemos arriesgarnos. Con ese modelo hemos ido trabajando, en un primer momento con más dificultades, porque todavía teníamos menos oncólogos, y ahora con un poco más de estabilidad, de tal forma que ahora mismo todas las consultas, tanto las primeras veces como las revisiones, de Oncología de La Línea, se ven en el hospital de La Línea, y lo único que está ya centralizado en el hospital Punta Europa es la atención en hospital de día, por ese único motivo de garantizar la seguridad de los pacientes, y no poner en riesgo por una falta de estabilidad en los profesionales que van al hospital de La Línea y garantizarles una atención segura, con el mismo personal de Enfermería. Para ello, preparamos el hospital de día con refuerzos y con aumento del horario. Se trabaja también para minimizar el efecto que puedan tener sobre los pacientes que vienen de La Línea, para que tengan que venir el menor tiempo posible, y se ha cambiado también la organización del hospital de día para afectarles lo menos posible. Pero nuestro objetivo fundamental en esta situación es garantizar la atención a los pacientes en el área, y que no tuviéramos pacientes yendo a Málaga o a Jerez, y además garantizarla con condiciones de seguridad. Y para eso hemos trabajado con los profesionales oncológicos del área, que son los que marcan las líneas de atención segura. Pero el objetivo final, yo lo he dicho desde el primer momento, y lo saben las asociaciones y las plataformas y los profesionales, es garantizar dos oncólogos en el hospital de La Línea y cuatro oncólogos a tiempo completo en el hospital Punta Europa. ¿Cuándo se cumplirá ese objetivo?. Lo antes posible. En el momento en el que encontremos un oncólogo. Nosotros no dejamos de hablar con oncólogos. No hemos dejado de hacerlo. Gracias a la colaboración de los ciudadanos y las asociaciones, todos ellos se han puesto en marcha para hacernos llegar más nombres de oncólogos, además de los que habíamos contactado nosotros. A pesar de lo que se ha dicho, la oferta de trabajo del oncólogo de La Línea era un contrato de larga duración, y fue lo que rechazó la persona que estaba, y es lo que se sigue ofertando. Si hay algún oncólogo dispuesto a incorporarse, cambia su vida y su estructura. Estamos hablando con oncólogos de todo el territorio nacional. Y hay ofertas para oncólogos en todos los hospitales, y eso hace que muchos opten por quedarse cerca de donde viven. Pero en eso estamos. Y yo tengo esperanzas en que sea breve la solución.
—¿De qué dependerá?
—Del interés que muestren los profesionales y de lo agradable que nosotros le podamos hacer esto. Nosotros le garantizamos un trabajo estable y de larga duración, para que se sientan seguros desde el punto de vista profesional, si optan por quedarse aquí. La incorporación a una unidad de Oncología médica y radioterápica de área integrada por profesionales, y lo están demostrando, y que están trabajando mañana y tarde, sin ver el reloj. A un equipo de profesionales que les están esperando con los brazos abiertos, no sólo para trabajar, sino para seguir avanzando y creciendo, y haciendo planteamientos de futuro y de desarrollo profesional. Y si a eso le añadimos el clima, la paz social y la bienvenida de todas las asociaciones de la zona, seguro que conseguiremos conquistarlo.
—¿Cómo es el Campo de Gibraltar desde el punto de vista sanitario?
—Es una zona que tiene muy buena cobertura sanitaria, mejorable siempre. Que tiene unos profesionales bastantes volcados en su trabajo, con motivación y con calidad suficiente y una población que tiene las mismas necesidades que cualquier otra.
—¿Cuáles son las principales causas de mortalidad?
—Las principales causas aquí son las causas cardiovasculares y las oncológicas. La carretera, por suerte, va bajando.
—¿Ve la Administración necesaria la demanda de un estudio epidemiológico?
—Creo que hay como seis estudios hechos ya. Sí es responsabilidad mía esforzarme por transmitir esos resultados. Hay estudios con mucha seriedad hechos, que existen, que dan unas conclusiones y que, en ningún caso, han encontrado ninguna asociación con lo que siempre se anda buscando, que son los factores contaminantes-ambientales. Siempre se pueden hacer más estudios, pero que existir, existen. Y quizás nuestro defecto ha sido no comunicar los resultados de esos estudios con la suficiente claridad a todos los niveles.