Díaz Pavón realizó un repaso histórico de la zona en la que se asienta la laguna y resaltó en su intervención la necesidad de actuar ante el elevado riesgo de que el acantilado de desprenda y afecte a las viviendas que están construidas a escasos 150 metros del acuífero. “La tierra de la zona es blanda y si hay muchas lluvias el terreno se puede hundir”, señaló Díaz Pavón.
Asimismo, informó de la necesidad de que se realice un estudio geológico y técnico del lugar, “estudio que ninguna administración ha querido llevar a cabo”. Añadió Díaz Pavón que “sería necesario para tomar medidas ante el riesgo en las edificaciones”.
Destacó asimismo que el acuífero, como “único espacio húmedo” del municipio de Algeciras, debía ser protegido, una acción que, subrayó, “es compatible con la edificabilidad” siempre y cuando se respete un perímetro en el que a su criterio se podría realizar un parque periurbano.
Por su parte, la licenciada en Demografía y Turismo y miembro de Cigüeña Negra, Rosemarie Dieter, vertió duras críticas contra las administraciones (Estado, Junta y Ayuntamiento), asegurando que “falta transparencia” hacia la ciudadanía y la “ausencia de coordinación es total”.
Dieter se refirió a las cuestiones políticas que rodean a la problemática del acuífero, señalando que “el pelotazo urbanístico debe seguir porque hay mucho parado del ladrillo”.
Cigüeña Negra ha presentado una pregunta parlamentaria ante la UE, detallando el problema y pidiendo información medioambiental y de salud ciudadana y qué medidas tomará la Comisión ante “este abuso de poder”. Fapacsa ha solicitado una reunión urgente al alcalde.