Angel y María nacieron en los años finales del siglo XIX en el pueblo cordobés de Belalcázar que, por aquella época, tenia siete mil habitantes. Ennoviaron pronto, de verse pasear por sus callejas, pasaron por el sacramento del matrimonio y a los 18 años María Alcantarilla, nombre de la Patrona de la población, daba a luz su primer hijo, en este caso hembra y de nombre Felisa.. Se iniciaba así la casa de los Revaliente Molina. Angel, el marido, abandonaba las labores de campo y de minas para enrolarse en el cuerpo de Carabineros y comenzaba a recorrer España mientras la saga aumentaba con la llegada de Santiago, ya en tierras catalanas concretamente en Torredembarra, y luego Ángel, de nuevo en la zona de origen aunque en en un pueblo distinto, concretamente Villanueva del Duque...la guerra donde el padre estuvo en pleno frente, y las llegadas de Manolita, en Los Caños de Meca, entonces dentro del término municipal de Vejer, y Gabriel. Cuarteles y más cuarteles, de Carabineros a Guardia Civil, el pase a la reserva, ya en Jerez como residencia, y su alta laboral en bodegas Sandeman como guarda de seguridad. Angel Revaliente Sandoval y Maria Molina Vigara, aquellos niños del XIX, se convertían en unos jerezanos del siglo XX aunque su familia se desperdigaba.
Y es que Felisita, que así la conocían, se enamoraba del sevillano Jacinto e iniciaba una nueva vida en la barrida del Tardón con vecinos como la Pantoja o los hermanos Cada val, sí Cesar y Jorge, Los Morancos. Santiago, por su parte, sintió que su corazón era verde y continuó la senda que le había marcado su padre. Lo mismo le ocurrió a Gabriel que, muy joven, se fue destinado a Galicia donde ya viviría hasta el día de su partida con apenas 73 años. Angel, por su parte, decidió que sus pasos los encaminaría sin posar el tricornio sobre su cabeza y Manolita contrajo matrimonio con Manuel Mompó que, para no romper la tradición, también era del benemérito Cuerpo, teniendo su primer destino en San José del Valle. Santiago se recorrió buena parte de las provincias de Sevilla y Cádiz según iba ascendiendo en el escalafón y cambiando de galones y estrellas. Manolita terminó asentándose en Cádiz y solo Angel se quedó en Jerez como apoyo de sus padres a los que, ya casado con Carmen, visitaba cada noche, lloviese o ventease, en aquella casita de la plaza Ponce de León, al lado de Santa Rita y del colegio El Salvador, que era propiedad de María del Canto.
Las distancias de entonces no eran las de ahora, en algunos de los casos los Revaliente no tenían medios de locomoción propios por lo que los hermanos se reunían casi nunca, por no decir nunca, aunque Felisa y Santiago coincidían cuando al segundo le daban destino en tierras sevillanas y Angel y Manolita cuando el primero se desplazaba a Cádiz para presenciar aquellos inolvidables partidos del Trofeo Carranza. Alguna vez se veían tambien en Jerez en casa de los abuelos como igualmente ocurría con Santiago. Una vez, a resultas de una operación de cataratas de la madre, todos, menos Gabriel, el gallego, se unieron.Gabriel, por cierto,compró casa en Cádiz y vino algún verano que otro. Algo esporádico. Encuentros muy lejanos y cortos en el tiempo de los hermanos y obviamente de los propios primos. El jerezano Angel en aquellos días que jugaban Peñarol, Santos o Botafogo en la población gaditana se reunía con Angelín y Merche, los sevillanos de Felisita, Carmen, Paquita, que se fue muy joven a Barcelona, Jacinto, Angel y Manoli se reunían con los de Santiago, Angelita, Manolín, Santiago, Paqui, Ana Mari y Pepito, mientras que Gabrielín vino una vez de Galicia y Manoli un verano. Si era complejo que se uniesen los hermanos, lo de los primos era tan imposible que algunos incluso ni se conocían. Los siempre tristes y desgarradores adioses de los abuelos y de padres y madres les llegó a unir a casi todos,pero...
...Dios dicen que escribe recto en renglones torcidos y en un café de hermanos o de primos en Sevilla alguien habló de la necesidad de juntar a esos primos que estaban en distintos puntos de este país que se sigue llamando España. Manoli, la guapa sevillana que vive en Triana, tomó el mando de las operaciones e inició contactos con unos y otros para anotar números y crear un grupo de WhatsApp a través del cual unir a la Familia Revaliente. Primeros mensajes, llamadas de teléfonos entre unos y otros y la coincidencia de organizar un almuerzo donde verse las caras después de abrazarse, de conocer a maridos y mujeres, de saber historias personales. Dicho y hecho. El pasado sábado todos se reunieron en Venta Esteban. La primera cita en Jerez, donde vivían los abuelos. Veintidós miembros de una misma familia. La oración al cielo al primo Jacinto que se fue con 48 años, el recuerdo a la prima Carmen que, por enfermedad, se quedó en Sevilla acompañada de su fiel Manolo y también a Gabriel y Manoli que,por distintas razones, no pudieron bajar de su terruño gallego aunque les enviamos los correspondientes "biscos".
Lo que no lograron los hijos de Angel Revaliente y María Molina sí lo han conseguido los nietos. Seguro que desde el balcón de los cielos eternos los abuelos, Felisa y Jacinto, Santiago y Paqui, Angel y Carmen y tambien Carlota, Manolita y Manuel, Gabriel y Lolita estarían alborozados viendo a su familia Revaliente unida y es que aunque Gabriel y Manoli no estuvieron físicamente si estaban en los corazones de sus primos. Los nietos de Angel Revaliente y María Molina ya tienen una nueva cita. Nunca es tarde si la dicha no es buena sino buenísima, quedando pendiente, cuando el tiempo lo permita, la visita a una determinada calle que quedará de legado de aquellos niños de Belalcázar.
