Todo el que sabe de fútbol y aquellos que dicen saber de política siempre están de acuerdo en una expresión: no es bueno mezclar la política y el fútbol. El fútbol es, en muchos casos, como el amor, desata pasiones y hace a algunas personas comportarse de forma irracional. En la política no se permiten estas licencias. Y es por ello por lo que no son una buena mezcla.
Sin embargo, la última copa del Rey de España ha dado más noticias por asuntos relacionados con la política que con el propio fútbol. Parece que hay algunas personas que creen ser superiores porque saben hablar catalán o entonar el euskera y pretenden señalar sus diferencias silbando a un símbolo que representa a todos los españoles. La verdad sea dicha, no representan a la mayoría del pueblo vasco o catalán pero hacen un ruido de fondo que en nada favorece a España.
Pienso que si en Andalucía (o en Jerez, o en mi barrio…) tuviésemos un idioma o un dialecto diferente o autóctono, seguramente nos gustaría conocerlo, hablarlo y mantenerlo. Más que nada por tradición o por cultura popular. Eso no es malo, es respetable y hasta envidiable. Pero de ahí a intentar imponer o ni siquiera equiparar al español, honradamente me parece una torpeza. Quizás si tuviéramos todo el tiempo de mundo, a todos nos gustaría hablar muchos idiomas, incluso el catalán o el euskera, pero como no es así, por pura lógica no podemos dedicar nuestros esfuerzos a aprender idiomas residuales.
Y es que los números no fallan. Ya pueden gritar lo que quieran para intentar criticar a España y el español pero en el mundo más de 500 millones de personas conocen y hablan nuestro idioma. Apenas 3 millones conocen el catalán y poco más de 800.000 mil el euskera.
Y puestos a silbar, el silbido no entiende de idiomas, o al menos eso creo, no sé lo que pensarán los otros. Podría ser usted monárquico o no. Podría ser usted "juancarlista" o no. Pero de momento, y hasta que no se decida lo contrario, en la final de la Copa del Rey de España sonará el himno de todos los españoles, el himno de nuestra querida tierra, de los que hablamos y amamos el español. Un himno que no es más que eso, un himno, pero que refleja un sentimiento de pueblo. Ya sean de izquierda, de centro o de derecha. Ya sean monárquicos, republicanos o anarquistas. La gran mayoría de los españoles, casi todos los españoles, con algunas excepciones respetables pero ciertamente insignificantes, nos sentimos orgullosos de los símbolos que representan a nuestra gente.
Si hablamos de fútbol está claro que Barcelona y Atlético juegan en la división de las estrellas y pintan mucho en Europa e incluso en el mundo. Pero si hablamos de españoles y de idiomas es evidente que, con datos en la mano, España y el español juegan en la Champion Leage mientras catalán y euskera no pasan de tercera provincial.
Eso sí, y volviéndonos al fútbol…..que pierda el Barcelona, que pierda el Atlético de Bilbao y que gane el Xerez. Y que suene el himno de España, nuestra tierra y la de todos.