La gestión de ayuda a domicilio sigue en manos del Ayuntamiento a través de la empresa municipal Comujesa. Desde julio, el Consistorio está “al día” con la plantilla, compuesta por casi 400 trabajadoras, pero esto no significa que las deudas que les dejó la anterior concesionaria, Acasa, no las tenga asfixiadas ni mucho menos.
A la espera de que próximamente se resuelva la adjudicación del servicio a dos de las empresas candidatas, el asunto tiene toda la pinta de acabar en manos de los tribunales, con lo que el cobro de las cinco nóminas pendientes de Acasa seguirá demorándose.
Teniendo en cuenta que este conflicto viene ya de 2008, desde que se marchó Sergesa, con huelgas y paros incluidos, llegando a percibir los salarios cada cuatro o cinco meses de retraso, en la plantilla ya hay trabajadoras que no están dispuestas a consentir que más compañeras tengan que recurrir a los Servicios Sociales por no tener cómo llegar a fin de mes.
Este viernes María José Ruiz será la voz de algunos de estos casos tras haber solicitado una intervención en el Pleno para pedir al Gobierno local un “plan de choque” para evitar estas situaciones, dado que les consta que en este tiempo de “agonía” más de una de su compañera “ha perdido su casa” por no poder paga la hipoteca. Ella misma sabe lo que es pasar por este trance y gracias a la intervención del Consistorio ha evitado que el banco se quedara su casa. “A mí me debe Acasa 4.000 euros y debía 1.500 euros del piso. Llevamos años de impagos y los efectos son bastante graves. No pedimos nada sino que se nos adelante nuestro dinero”.
El 70% , mujeres con hijos a su cargo
Según esta trabajadora del servicio, el 70% de la plantilla de Acasa son familias monoparentales con un único ingreso en su casa para mantener a la familia y pagar la hipoteca.