Gana el basket sobre la táctica

Nueva lección de baloncesto del  Villa de Los Barrios ante su parroquia, esta vez ante un Burgos que perdió su primer partido en el Samuel Aguilar tras tres visitas pero que lo hizo sin saber aceptar que los locales fueron mejores. Al término del partido el cuadro burgalés anunció que reclamará a Federación que uno de los aros (el que está junto al Infierno Barreño) estaba más alto y que eso les privó del triunfo.

Nada más lejos de la realidad. El cuadro de Moncho Fernández, que de paso batió el récord de victorias seguidas en casa, nueve (hasta ayer lo tenía Paco Olmos en la campaña 2001-2002), fue muy superior al cuadro de Casadevall, que debería mirar más sus errores que cuestiones que tienen poca justificación, toda vez en allí atacó el Villa en la primera parte y anotó 44 puntos.

El preparador gallego dio otra  lección magistral de cómo debe leerse un partido, con Jesús Castro -perfecto ayer- como perro de presa de Diego García, y mucha pelea, casi a muerte hasta el final.

En el primer cuarto, no obstante, brillaron los dos ataques.

Tras un 6-3 inicial para los gualdiverdes, Burgos dio la vuelta al marcador, y consiguió llevar la iniciativa en el luminoso (13-16).

El Villa se entregaba en cada defensa, pero los visitantes se mostraron muy acertados desde la línea de 6,25 anotando nada menos que 4 triples (la mitad de sus puntos en el primer cuarto).

De hecho, un gran triple de Peter Lorant en la última posesión, elevaba la ventaja del Burgos hasta los 4 puntos: 20-24.

El conjunto local salió enrabietado en el segundo cuarto, y un 2+1 de Jesús Castro les colocaba a sólo un punto: 23-24.

Ambos equipos siguieron intercambiándose canastas, con algo más de ventaja para Burgos, que conseguía, tras un triple de Diego Lo Grippo, una renta de 6 puntos: 29-35.

Pero entonces surgió la furia barreña con un parcial de 11-0 que volteaba el marcador, dejando al Villa por delante (40-35, tras canastas de Guillén, Gonzalo Sánchez, Jesús Chagoyen y Alejandro Alba). Sin embargo, Fernández decidió dar descanso a Jesús Castro se sentó, y eso lo aprovechó Diego García para anotar 8 puntos consecutivos que llevaron el electrónico al descanso sólo uno arriba para las huestes barreñas: 44-43.

Tras el descanso, durante el cual se hizo la foto de familia de todas las categorías del club), el Burgos salió fuerte, con un triple de Carles Marco que les ponía de nuevo por delante al Burgos (44-46).

Eric Sánchez, en la siguiente acción, les devolvió la moneda con otro lanzamiento lejano acertado con lo que los barreños estaban de nuevo por delante.

A partir de entonces, el Villa nunca iría por debajo en el marcador.

De hecho, poco a poco, los de Moncho Fernández fueron ampliando su renta.

Parecían pocos puntos de ventaja, pero daban mucha confianza. En este tercer cuarto, se vieron las dos mejores canastas del partido, y además, consecutivas.

Una de las jugadas más destacadas fue cuando Ricardo Guillén rompió la cintura del madridista Sinanovic (cedido en Burgos esta temporada) en un palmo de parquet para anotar el 59-56.

Y en la siguiente jugada, le anotaba un triple en la cara, para poner el 62-56.

Aunque Burgos lo intentó, acabó el tercer cuarto viendo las orejas al lobo: 65-59.

En el último cuarto, fue un quiero y no puedo de un Burgos que acabó desquiciado.

La gran defensa que realizó el Villa de Los Barrios permitió que los visitantes se precipitasen demasiado.

No anotaban con comodidad, y Los Barrios dejaba pasar muchos segundos en sus posesiones. Andreu Casadevall probó suerte con una defensa mixta (el llamado triángulo + 2), pero el cuadro barreño anotó dos canastas seguidas, y Burgos tocó fondo.

Dos faltas consecutivas permitieron a los barreños tomar la máxima renta del partido, 13 puntos, que se quedaron en 11 tras dos tiros libres de Diego García.