Que la ocupación hotelera en este fin de semana se haya incrementado un 14 por ciento respecto al año anterior no es fruto de la casualidad. El inicio del Festival de Flamenco, el desarrollo de las pruebas de Moto2 y Moto3 en el circuito y la celebración del I Foro Empresarial Iberoamericano del Vino han sido, sin duda, responsables de este buen dato. Con trabajo, tesón y poquito a poco conseguiremos entre todos que cada vez los datos sean mejores.
Sin ninguna duda, en el turismo presente y futuro de la ciudad hay una terna mágica sobre la que podemos fundamentar nuestro desarrollo turístico: Vino, Flamenco y Motor. Y a esto habría que unirle otra gran enseña como es el Caballo, no obstante, sin dejar para una planificación a medio y largo plazo otros sectores de impulso económico innovadores.
El Festival de Flamenco se ha convertido en cita ineludible para aquel que ha sido, es o pretende ser, figura en el flamenco. Estar en Jerez es un orgullo para los artistas y los jerezanos nos sentimos orgullosos de que así sea.
Un Circuito de Velocidad que comienza a ser un importante motor turístico durante todo el año. Con seis pruebas internacionales, jornadas de puertas abiertas y un museo que verá la luz en poco tiempo.
Y del Vino, un brindis por Jerez. Por un Jerez que todavía tiene heridas abiertas que deben ir cerrándose. Un brindis por el futuro y la unidad. Cuatro mil jerezanos abarrotando la calle Larga para celebrar que Jerez es ciudad Europea del Vino y eso es bueno para nuestra imagen, nuestra marca y nuestra economía.
Las ciudad siciliana de Marsala vio incrementado un cuarenta por ciento los ingresos turísticos vinculados al vino como consecuencia del año en que fue denominada Ciudad Europea del Vino. En Jerez aspiramos a eso igualmente y que se traduzca en creación de puestos de trabajo. Todo el mundo en Jerez es consciente de que todos estos acontecimientos son buenos para la ciudad, para la provincia y para Andalucía.
Un brindis por Jerez a las puertas del día de Andalucía. Un brindis de los jerezanos, con la copa de vino en mano. Un brindis por un futuro próspero para nuestra tierra y nuestra gente.
