Cuatro de estas detenciones tuvieron lugar gracias a un dispositivo del Cuerpo Nacional actuante en Sotogrande y Castellar, donde finalmente se efectuaron los arrestos. Los agentes actuantes tuvieron conocimiento del traslado de un alijo desde Cádiz hasta Murcia, y por ello montaron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones de un centro comercial de Sotogrande. Al lugar llegaron tres hombres a bordo de otros tantos vehículos. Dos de ellos se desplazaron hasta Castellar, mientras que el tercero se quedó en el aparcamiento.
A su llegada a Castellar, los sospechosos intercambiaron los vehículos y, mientras uno esperaba en el pueblo, el otro se dirigió a una finca vallada, donde cargaron el hachís en el maletero. Después, volvió a Castellar, donde aguardaba el otro miembro de la banda para llevarlo hasta su destino final en Murcia.En ese momento, la Policía detuvo a los presuntos narcotraficantes.
En el interior del automóvil se hallaron 263 kilogramos de hachís. Cuando los policías cerraron el paso al vehículo, su ocupante dio marcha atrás chocando contra el vehículo policial que le cerraba el paso. Posteriormente intentó huir a pie sin éxito.
Según informó el Cuerpo Nacional de Policía, los dos máximos responsables del grupo intentaron evitar su detención trasladándose hasta Madrid, donde fueron arrestados finalmente en un hotel.
Además de los vehículos -tres de ellos coches de alta gama- y la droga, otros efectos intervenidos por los agentes fueron diez teléfonos móviles y 3.785 euros en metálico.
La detención de estas seis personas es el resultado de la investigación de una organización que actuaba como intermediaria en España de otras dedicadas también al tráfico de drogas. El grupo proporcionaba la logística necesaria para introducir las sustancias estupefacientes y transportalas a los diferentes puntos de venta, dentro y fuera de la península, para su posterior venta y distribución. Gracias a las investigaciones realizadas, los agentes del Greco pudieron abortar el transporte hasta Murcia.
