El ascenso del Guadalcacín debe producirse como primer clasificado, para evitarse complicaciones, ya que la diferencia de puntos que el segundo clasificado del grupo de nuestra provincia con el que forman los equipos de Sevilla y Córdoba es de menos dos puntos, aunque no es menos cierto que habría que coger finalmente el coeficiente ya que en el Grupo II se juegan dos partidos más.
Esta campaña ascienden directamente los dos primeros-en estos momentos el equipo nazareno de la Peña Deportiva Rociera y el Guadalcacín- y el mejor segundo, sin que haya promoción de por medio, siempre y cuando el Atlético de Ceuta no ascienda a Segunda División B ya que, en ese caso, el que ascendería sería el campeón del grupo de Ceuta.
El Atlético de Ceuta jugará la promoción como cuarto clasificado en el mejor de los casos, por lo que su ascenso se entiende complicado y eso daría vía libre al ascenso del segundo. En estos momentos, el Espeleño, con 28 partidos jugados, tiene 54 puntos, mientras que la Unión Deportiva Los Barrios, con 27 disputados, tiene 52.
Por todo ello, ascender como campeón no dejaría lugar a dudas en momento alguno y eso es lo que pretende el Guadalcacín que, en estos momentos, goza de una diferencia suficiente con Los Barrios por lo que su ascenso parece asegurado a poco que las cosas rueden en condiciones.