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Jerez

La Noche de Jesús reivindica su lugar en la Semana Santa de Jerez

El buen tiempo favoreció un incremento en el número de personas que se echaron a la calle

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La Madrugada del Viernes Santo se ha reivindicado este año como una de las grandes jornadas de la Semana Mayor jerezana, con cinco cofradías que en la calle han tratado de superar los obstáculos que normalmente la acompañan. A ello ha contribuido sin duda el buen tiempo, que ha derivado en un mayor seguimiento popular de estas corporaciones nazarenas.

La Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud abrió las puertas de la Noche de Jesús al filo de la una y media de la madrugada, en la parroquia de San Miguel, cuando algunas cofradías del Jueves Santo se encontraban aún en el tramo final de sus itinerarios.

Poco después saldría a la calle la Hermandad de la Yedra, cuyos primeros momentos del recorrido fueron seguidos por una auténtica multitud de jerezanos. Especialmente destacable fue el tránsito de esta cofradía por la calle Empedrada. El Señor de la Sentencia y la Virgen de la Esperanza disfrutaron de los acompañamientos de la Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas y la Banda de Música de la Cruz Roja de Sevilla, que se incorporó en la calle Arcos y que sin duda demostró en la calle el prestigio que atesora.

La Hermandad de las Cinco Llagas inició su salida desde la iglesia de San Francisco a las dos y cuarto de la madrugada, realizando algunos guiños a su historia coincidiendo con su 75 aniversario fundacional, como la recuperación de su antigua cruz de guía.

La Basílica de la Merced abrió sus puertas a las tres de la madrugada para despedir a la Hermandad de la Buena Muerte, en lo que previsiblemente habrá sido su última salida desde dicho templo, toda vez que en los próximos meses podrá regresar ya a su sede de la parroquia de Santiago.

La última cofradía en echarse a la calle fue la de Jesús Nazareno, a las tres y media de la madrugada, que como siempre se mostró fiel a su peculiar idiosincrasia, viviendo quizá sus mejores momentos en el regreso a la capilla de San Juan de Letrán.

 

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