Los insultos no se producen sólo por parte de los ciudadanos, los políticos los utilizan para atacarse entre ellos y, al abrirse el campo, con las redes sociales, a muchos se les calienta la boca con facilidad
Esta frase le fue arrojada a Manuela Carmena, en el turno de preguntas realizado después de una conferencia en San Sebastián, dentro del ciclo: “Ciudades para vivir, ciudades para convivir”. Se le preguntó por el desalojo de un inmueble privado, ocupado los últimos cinco años como centro para jóvenes y contestó que agotados los procesos de mediación, había que cumplir las leyes, siempre que no afectara a la integridad de las personas.
La bajeza del insulto es indudable y Manuela la recibió con profesionalidad, con una sonrisa. Porque la exposición a la agresión verbal forma parte de la cotidianidad de la vida política, incluso cuando no están realizando actos públicos. Como le ocurrió al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, cuando salía de un restaurante empujando un carrito donde dormía su nieta.
Los insultos no se producen sólo por parte de los ciudadanos, los políticos los utilizan para atacarse entre ellos y, al abrirse el campo, con las redes sociales, a muchos se les calienta la boca con facilidad. ¿Por qué empezar un artículo con éste? Porque,siendo una salvajada, se sabe que políticamente Carmena despierta estas reacciones por la izquierda y la derecha, no es el habitual insulto sexista. Lo normal es usar lo de "puta”, “puta barata” y “Soraya con su carita de zorra, no es más que una mala perra casposa, sucia y ratera”. “Puta” es el más utilizado por los ciudadanos y políticos para referirse a las mujeres políticas. “Puta barata” fue la lindeza que le dedicó el alcalde de Villares del Saz (del PP) a la portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre. Y el referido a la vicepresidenta, tuvo como autor al jefe de área de la Diputación de Huelva (del PSOE). La connotación sexual es lo habitual a la hora de insultar a las mujeres públicas. No puede ser de otra manera, en el nuevo diccionario revisado de la RAE, de octubre de 2014 la acepción de mujer pública como prostituta se ha conservado. El director de la vigesimotercera edición, Pedro Álvarez de Miranda, lo justificaba con las siguientes palabras: “ha existido siempre la definición de mujer pública como prostituta”. “Puede que sea lamentable que así haya sido”, el Diccionario, “no es más o menos machista por reflejar los usos que están en la sociedad”. Busco en el diccionario, en el de la RAE claro, “puede que”: loc. adv. Acaso, quizá. Lo cual quiere decir que él mismo, no lo tiene claro,” acaso, quizá, sea lamentable”es la opinión expresada por el responsable de una obra que es referente culturar a nivel internacional del español y que recibe cuarenta millones de consultas al mes. Yo pensaba que era la cultura quien mejoraba la sociedad. n