La plantilla de la UTE que integran Sufi y Verinsur, encargada de la explotación de la planta de Las Calandrias, expresó ayer su respaldo al comité y a la propuesta de convenio que ha trasladado a la empresa.
En principio estaba previsto que Verinsur se reuniera hoy con los representantes de los trabajadores para tratar de desbloquear la negociación del convenio. Sin embargo, la empresa ha pedido un margen de una semana para estudiar la propuesta que le ha trasladado el comité. De este modo, ambas partes han quedado emplazadas para una reunión definitiva, que se celebrará el próximo martes 25 de octubre.
En el supuesto de que la empresa no acepte la propuesta de convenio trasladada por los trabajadores se celebraría una nueva asamblea en la que salvo sorpresa se optaría por la vía de las movilizaciones. “La plantilla lo que nos dice es que si no se acepta esta propuesta habrá que ir a las movilizaciones y a la huelga, si fuera necesario”, explicaron desde el propio comité.
Estas mismas fuentes admiten que la propuesta que se ha trasladado a la empresa “es ya lo mínimo que se puede despachar” en un convenio, por lo que ven poco probable que los trabajadores vayan a dar “un paso atrás” en su decisión inicial de convocar acciones de protesta en caso de que fuera rechazada.
El convenio se extendería por el periodo comprendido entre 2016 y 2017. En el presente ejercicio no se contemplarían incrementos salariales de ningún tipo, pero sí en 2017. Además, se incluiría una cláusula de garantía de los puestos de trabajo y se suprimirían los topes máximos de antigüedad.
La plantilla de Las Calandrias -que se ocupa del tratamiento de los residuos sólidos urbanos- está integrada por unas noventa personas.
