Si hace apenas unas semanas Vox logró reunir en el madrileño palacio de Vistalegre a diez mil personas -en lo que supuso un toque de atención a quienes restan importancia al auge de esta fuerza política- este domingo desbordó las previsiones más optimistas en su puesta de largo en Jerez. Alrededor de medio millar de personas llenó por completo el salón del hotel Guadalete para asistir a un acto que contó con la participación del número dos de la formación, Javier Ortega.
Quizá hayan contribuido al éxito de esta convocatoria los intentos por boicotearla que obligaron a la organización a trasladarla de sitio hasta en dos ocasiones. Esos intentos de boicot fueron aprovechados por todos los dirigentes que tomaron la palabra precisamente para arengar al auditorio, integrado por un público diverso y de todas las edades.
El secretario general, Javier Ortega, lo dejó claro en su encendida alocución. “Una minoría ha tomado el poder para no dejar hablar a nadie más, para imponer su ideología totalitaria. Y eso pasa porque durante mucho tiempo han tenido delante a una derechita cobarde y acomplejada. Pues va a resultar que la fiesta se ha acabado, porque los de Vox nos defendemos. Nos pueden clausurar un local, pero se busca otro y otro más, y encima lo llenamos”, subrayó.
Ortega advirtió de que “lo que está en juego es la libertad de España”, porque “ya no se puede pensar lo que uno quiera respecto a su historia porque nos van a decir a quién podemos recordar y a quién no”. “Llegará un día en que digan que Isabel la Católica era atea y que España era de los musulmanes y fuimos nosotros quienes les invadimos”, apuntó.
El secretario general de Vox se mostró convencido de que esta formación ha llegado para “rescatar a España de esta gentuza que quiere acabar con la nación”, pero también para “desalojar del poder” a quienes la están “hundiendo, dividiendo y enfrentando”.
En este sentido, Vox no ha venido para “sustituir a unas siglas por otras”, sino para que “España entera se ponga en pie y decida tomar el rumbo de la historia”. Ortega cargó contra “los separatistas”, pero también contra “todos los inquilinos de la Moncloa”, que a su juicio se han convertido en los “principales aliados” de los partidos nacionalistas. El secretario general de Vox no ocultó que la “tarea” será “muy larga y muy difícil”, pero también “ilusionante”. “Los jóvenes serán protagonistas de un cambio histórico en España. Nosotros vamos a iniciarlo, pero ellos tendrán que rematar la tarea”, sentenció.