“Bienvenidos sean los lunáticos y todos aquellos que se sientan diferentes en esta sociedad”, de un modo similar reciben Alicia Pérez y Salva Gil a todas las personas que se atreven a adentrarse en El otro lado de la luna, un espacio creativo emergente del que afirman ser sus progenitores.
“El otro lado de la luna es un sueño de dos emprendedores que necesitaba ser materializado en la provincia de Cádiz. Es un hogar creativo donde el amor es la constante vital que lo mantiene en pie y la cultura su protagonista”, afirma Alicia Pérez, fundadora de Love Wedding Planners, empresa gaditana dedicada al sector nupcial, y ahora también de El otro lado de la luna.
Bajo la dirección de la gaditana, Alicia Pérez, y el fotógrafo jerezano, Salva Gil, el pasado mes de diciembre se abrieron las puertas de este espacio cultural que, desde entonces, no ha cesado de acoger distintas iniciativas y propuestas para dar a conocer a jóvenes promesas de la provincia, a la par que también sigue ofreciendo un servicio íntegro a todos los que próximamente vayan a pasar por el altar.
“Love Wedding Planners es la empresa que fundé, hace más de siete años, dedicada a la planificación de bodas - empresa pionera en la pronvicia de Cádiz- , fue en esa época cuando conocí a Salva Gil, fundador de Estamos Grabanado, coincidíamos en muchos eventos y, lo que en un principio era una relación laboral, era quien me proveía de videos y fotos, acabamos forjando una buena amistad y de un día para otro, durante un almuerzo, se nos ocurrió materializar aquel sueño que ambos teníamos de crear un espacio en el que pudiera ofrecerse formación de calidad en el sector en el que trabajamos - bodas, fotografía, video, artes plásticas- y en el que también se diera a conocer el trabajo de muchos otros; exposiciones, representaciones, micro conciertos, lectura... aquí tenemos cabida para todas las personas que se sienten diferentes, nos encanta lo salvaje, no apostamos por ideas tradicionales o comunes, siempre tendemos a dar una vuelta de tuerca”, afirma Alicia Pérez.
Lunáticos emprendedores
Aunque ahora disfrutan de la buena acogida que ha tenido su proyecto, la cofundadora de este espacio lamenta que el camino para ser emprendora no es nada fácil, “la mayoría de mis amigos al principio no veían clara esta idea, pero luego cuando el trabajo comienza a ir bien te conviertes como en una especie de estrella de rock bohemia, todo el mundo quiere que le cuentes cómo es eso de crear tu propio negocio de la nada, pero la realidad es muy dura. Los problemas surgen con la burocracia, es muy complejo todos los documentos que tienes que mover para sacar adelante tu negocio, ese es el principal problema, las instituciones te ponen muchas trabas. Ser emprendedor en la provincia es ser un auténtico lunático”.
Aman su trabajo, para Pérez no quiere que sea una simple moda pasajera, “quiero dedicar toda mi vida a este proyecto, pero a menudo te encuentras con personas que te dicen que esto no será para siempre, nunca les he hecho caso. Aunque sí es cierto que en esta tierra se tiende a apoyar y darle más valor al trabajo de los demás, en lugar de promocionar a los meprendedores de la provincia. Por ejemplo, nuestro equipo de wedding planners fue pionero en Cádiz y gran parte del territorio nacional, sin embargo, aunque ha sido reconocido con varios premios, se sigue haciendo una comparación o poniendo en valor el de otros compañeros de fuera. No sabemos lo que tenemos; una provincia con playa, productos inmejorables, sol todo el año... y seguiremos sin darle el valor que se merece y pensando que fuera se está mejor. En esta provincia no sabemos vender todo lo que podríamos llegar a hacer”.
En El otro lado de luna han gozado de momentos muy buenos, pero sin duda, el que se ha quedado impregnado en la retina de estos dos creativos es cuando el “artista inclasificable de San Fernando”, Alex O ‘ Dogherty , les entregó “su corazón”.
“Hemos vivido momentos únicos, algunos muy esperpénticos relacionados con las bodas, nos caracterizamos por ser muy empáticos y al final nuestros clientes nos acaban confensado sus más íntimos pensamientos, como, por ejemplo, una madre nos pidió que convenciésemos a su hija para que no se casara, nosotros le dijimos que sólo éramos quienes preparábamos la boda -risas-. Pero, el momento más especial fue cuando Alex O´Dogherty vino a entregarnos el corazón que había utilizado de atrezzo en su última obra de teatro. Le convencimos para que nos lo entregase porque andaba buscando alguien que lo quisiera tanto como él. Vino a vernos y acabó convirtiéndose en padrino de esta humilde locura que es El otro lado de la luna”.
Ahora, sueñan con seguir soñando y llenar de amor y cultura a toda la ciudad de Jerez desde su espacio.
