La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, ha presidido el acto de homenaje a Manuel de la Calle Camas, fusilado en 1936, y cuyo cuerpo aún no ha podido ser localizado. Para recuperar su memoria se ha instalado en la calle Empedrada en la acera de la Peña la Bulería la primera de las 20 placas que se van a instalar en la vía pública para recordar a los represaliados de la dictadura. La alcaldesa estuvo acompañada por el teniente de alcaldesa de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico, Francisco Camas, y familiares de Manuel de la Calle.

Mamen Sánchez ha incidido en que “la democracia hay que cuidarla y mimarla cada día, porque no es permanente, tenemos la obligación de rememorar lo que vivió nuestro país, y ojalá que nuestros hijos no tengan que vivir nunca la falta de democracia”.

La alcaldesa ha señalado que este tipo de reconocimientos deben servir para que las nuevas generaciones sean conscientes de lo que significa vivir una “época muy negra. No quiero, y es una de mis pesadillas, que mi hija tuviera que vivir en un país sin democracia”.

Amaro de la Calle, nieto de Manuel, ha recordado emocionado la historia recuperada de su abuelo que sufrió como sindicalista las consecuencias de la dictadura de Primo de Rivera, yendo a la cárcel por tener libros y propaganda no legal, participó en las revueltas campesinas, vivió el fallido golpe de Estado contra la Segunda República conocida como ‘Sanjurjada’, y, finalmente, sufrió las terribles consecuencias del golpe de estado franquista con su fusilamiento en marzo de 1936.

Al acto asistieron familiares de Manuel de la Calle, representantes de movimientos memorialistas y del partido comunista. José Ruiz Mata intervino en el acto recitando un poema de Rafael Alberti escrito tras perder la Guerra. También han estado representados el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de Diputación de Cádiz, a través de su técnico Felipe Barbosa y la Oficina Municipal de Memoria Democrática, de la mano de Manuel Serón.

La colocación de la placa en homenaje a Manuel de la Calle es la primera de las veinte cuya instalación está programada en la memoria de personas represaliadas o en recuerdo de colectivos implicados en la lucha obrera.