El Ayuntamiento de Jerez ha licitado las obras de urbanización que quedaban pendientes de ejecutar en el entorno del fallido palacio de congresos y de la cooperativa vitivinícola Nuestra Señora de las Angustias (Covijerez). Las actuaciones afectan por tanto al tramo de la antigua circunvalación comprendido entre la rotonda del Hospital y la rotonda del Calvario.
Se trata de unas obras de envergadura, presupuestadas en 1,1 millones de euros (IVA incluido), que dispondrán de un plazo de ejecución de 10 meses y que permitirán una mejora sustancial de un entorno bastante degradado. Las empresas interesadas en hacerse con este contrato podrán presentar sus ofertas hasta el próximo lunes 28 de junio.
El proyecto de urbanización de esta zona fue aprobado el 2 de febrero de 2007, debiéndose hacer cargo de su ejecución la empresa Grupo Baremo 80 en su calidad de promotora de las obras del fallido palacio de congresos.
El día 15 de junio de 2012 se declaró el incumplimiento de la obligación urbanística que había contraído Grupo Baremo, procediéndose a la ejecución subsidiaria de las obras pendientes.
Las actuaciones se iniciaron con normalidad en la primavera de 2014, pero a partir del mes de diciembre de ese año se produce un periodo de inactividad por parte del contratista, retomándose nuevamente los trabajos en abril de 2015, para paralizarse totalmente en julio de ese mismo año, iniciándose a partir de dicha fecha un nuevo litigio entre las partes.
Por tanto el proyecto inicial se encuentra parcialmente ejecutado, si bien quedan pendientes infraestructuras eléctricas y red de saneamiento, así como la rodadura de varios viales y acerados.
En este periodo de tiempo diversas dotaciones han sido objeto de vandalismo, por lo que se hace necesario volver a intervenir en ellas.
Además, debido a que algunas unidades de obra no fueron totalmente ejecutadas su terminación no se limitará a intervenir en las zonas que quedaron pendientes en su momento, sino que para cumplir con los estándares de calidad será necesario demoler y volver a ejecutar, con el consiguiente sobrecoste que eso supone.
Se trata en definitiva de culminar la urbanización que implicará la completa consolidación de una parcela que ahora se encuentra en estado de abandono.