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Málaga

La Virgen de las Penas vuelve a lucir su manto hecho con flores naturales en la capital

La confección del manto de la Virgen por parte de los operarios del servicio de Parques y Jardines municipal se viene celebrando desde 1944

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El manto floral.

La tradición sigue.

Ofrenda floral.

Con flores naturales.

  • Incorpora el dibujo de una corona de espinas, una maza y una gubia, símbolos para conmemorar el 50 Aniversario de la talla del Cristo
  • Se confecciona con tres metros cúbicos de ciprés, 1875 unidades de clavel blanco y 203 tallos de véndela ecuatoriana

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado de la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Gemma del Corral, y miembros de la Corporación Municipal, ha participado este Martes Santo en la tradicional ofrenda floral a la Virgen de las Penas.

La ofrenda, junto con la confección del manto de la Virgen por parte de los operarios del servicio de Parques y Jardines municipal se viene celebrando desde 1944, y cada año, la imagen mariana porta un manto realizado con flores naturales.

Este año el manto incorpora el dibujo de una corona de espinas, una maza y una gubia, símbolos para conmemorar el 50 Aniversario de la talla del Cristo, que data de 1972, obra de Francisco de Buiza.

El manto de flores de Las Penas es uno de los elementos más llamativos de la Semana Santa malagueña, y la labor floral recae tradicionalmente sobre un pequeño equipo de jardineros del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Málaga.

La confección del manto comienza con la preparación, sobre una malla metálica unida al trono, de una base tupida de tallos de ciprés que sirve de fondo sobre el que se colocan los adornos florales. Se estima que son necesarios unos tres metros cúbicos de tallos seleccionados para esta labor, recogidos de los jardines públicos de la ciudad seleccionando los mejores ejemplares y cuidando de no dañar a éstos.

El siguiente paso es colocar la plantilla del adorno floral, con el diseño específico del año en cuestión y propuesto por la cofradía. Esta base se une con alambres y tiene una parte de corcho blando donde posteriormente se pinchará la flor cortada. Posteriormente se realiza un pichado de la flor con palillos de madera que por último son incrustados en la base de corcho blando formando el adorno.

Las flores y plantas empleadas para que la Virgen de las Penas luzca su manto de flores han sido, entre otros, tres metros cúbicos de ciprés, 1875 unidades de clavel blanco y 203 tallos de véndela ecuatoriana.

Por otra parte, la canastilla de flores entregada por el Alcalde para la ofrenda a la Virgen está compuesta por Lilium oriental blanco, rosas blancas, alhelíes blancos, helechos de cuero y palmas de Phoenix roebelenii.

Desde los años 40, la Virgen de las Penas, por un acuerdo de los hermanos de la Cofradía, luce este peculiar manto de flores que durante la procesión del Martes Santo.

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