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Análisis: ¿Y si la plantilla del Málaga no es lo que parece?

Los malos resultados pasan factura a Pablo Guede, multiplican el descontento con Gaspar y replantean la idoneidad del grupo

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  • Once titular de la jornada 2, la derrota más dolorosa para la afición (0-4 ante Las Palmas). -
  • Pese a tener una ofensiva de quilates, el Málaga ha tirado a puerta 22 veces en cinco partidos y ha anotado 4 goles.
  • Tras cinco jornadas y analizando cada uno de los tropiezos, este equipo es un grupo de piezas que no funcionan entre sí.

Permita el lector un puñado de obviedades antes de nada. Pablo Guede está sentenciado a no continuar en el banquillo si hay otra derrota en Tenerife. El fútbol no entiende de paciencia cuando en la jornada cinco llevas cuatro derrotas y es esta la campaña de luchar por el ascenso.

La afición pide su cese porque no solo no gana, sino que tampoco convence su camino hacia la victoria, que parece no tener dirección concreta, o sí, por el centro. Única y exclusivamente por dentro. Porque tampoco se demuestra que haya carriles por donde atacar (¿dónde están los extremos?), y con esta ya terminan las obviedades.

La paciencia del malaguismo está prácticamente agotada y se respira crispación y hartazgo con dos chivos expiatorios en los que coinciden las masas. Uno es Guede, el otro su jefe y el armador de la plantilla, el director deportivo Manolo Gaspar. Lo cierto es que, en estos casos, el primer responsable -que no el único culpable- es el entrenador, que en este caso no termina de dar con la tecla de una identidad clara y un plan de juego eficaz.

Tras cinco jornadas y analizando cada uno de los tropiezos, este equipo es un grupo de piezas que no encajan entre sí. Sin llegar al alarmismo, parte de la afición defiende que es mejor cambiar ya de entrenador para cambiar ya de rumbo. 

Las sociedades que deben crearse en un equipo, eso que tiene mucho que ver con la química en el campo, están tardando en verse. Jugadas inconexas, mala toma de decisiones, errores en los metros finales... indicios de un grupo que parece a medio hacer. 

Plantilla que cojea

Hay que profundizar más allá del ¡Guede vete ya! y el ¡Manolo dimisión! ¿Y si la plantilla no es lo que parece sobre el papel? Pese a que un once titular pueda reunir a Rubén Castro, Fran Sol, Aleix Febas, Fran Villalba, Álex Gallar o N'Diaye, el Málaga ha tirado a puerta 22 veces en cinco partidos y ha anotado 4 de ellos. Unos cuatro tiros a puerta por partido de promedio que, sumado a los problemas atrás que han visto mejora en El Alcoraz, dificulta mucho el modo de ganar.

Y en esto tiene mucho que ver el nivel individual de muchos de esos jugones, que está siendo por debajo de sus credenciales. Desde Rubén Castro y Fran Sol, perjudicados por el estilo de presión y a veces perdidos en el intercambio de posiciones que usa Guede; el errático Álex Gallar y su previsibilidad siendo un extremo que tiende a ir casi siempre por dentro; un Fran Villalba rezagado y sin esa chispa para generar en ataque; los errores de concentración de Juande o Genaro, el margen de mejora de Manolo Reina...

Cada detalle suma y la responsabilidad también se reparte en el campo. El director deportivo defiende que la plantilla “está compensada” y que “hay extremos, otra cosa es que no sean del gusto”, pero la productividad por banda es nula y más allá de Haitam, no hay encaradores que desborden. Solo un gol ha llegado desde centro lateral. Javi Jiménez y Juanfran son los únicos laterales puros, aunque Bustinza y Ramalho (lesionados y no precisamente llegadores) pueden hacerlo ahí. Lo de Hervías como carrilero parece más una improvisación que una certeza.

¿Y si la polivalencia está mal enfocada? ¿Y si hay que recurrir a más soluciones prácticas y no a juntar a los jugones por dentro? En Tenerife, el próximo lunes, se verá si a La Rosaleda se llega con el agua mansa o revuelta.

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