La Audiencia de Málaga ha condenado a 21 años y nueve meses de prisión a un hombre por acabar con la vida de otro para robarle. Además, tendrán que indemnizar a los familiares de la víctima con más de 173.000 euros. Asimismo, la Sala ha condenado a otros dos acusados por su participación en el robo, aunque los absuelve de la acusación por asesinato.
Los hechos sucedieron en febrero de 2012 cuando los acusados fueron a un bar de la localidad malagueña de Marbella, aunque sólo entraron dos de ellos, mientras que el tercero se quedó en el coche. Una vez dentro, dice la sentencia, conversaron con la víctima, que los invitó a una consumición en la terraza del local, donde los procesados comenzaron a discutir con el hombre.
La intención era "como habían acordado previamente, de sustraerle el dinero y los objetos de valor que portaba", según la resolución. Ante esa situación, el hombre intentó huir corriendo, aunque fue perseguido por el principal acusado que portaba un cuchillo. El otro procesado fue al coche y dio instrucciones al que allí esperaba para que se dirigiera donde estaba el otro procesado y la víctima.
El principal acusado alcanzó al hombre, y por la espalda y de forma súbita e imprevisible, "le asestó cuatro puñaladas, una en el brazo y tres en el pulmón", ocasionándole varias heridas que afectaron a órganos vitales y que le produjeron la muerte, apunta la Sala. Cuando llegaron los otros en el coche, se apoderaron de la cartera de la víctima y de otros objetos, valorado todo en 371 euros.
A continuación se marcharon del lugar en el coche "dejando abandonado en el lugar, solitario y de noche al agredido". La sentencia recoge que los acusados fueron a Fuengirola, donde todos residían. El acusado que conducía, que tiene según los informes una "personalidad sumisa y dependiente", fue parado en un control policial en la carretera y no dijo nada de lo ocurrido.
Por estos hechos, se condena al principal acusado por un delito de asesinato a 17 años de prisión y por otro de robo con violencia, a cuatro años y nueve meses de cárcel, con la agravante de reincidencia. A los otros dos se les condena por el robo, imponiendo a uno tres años y nueve meses y a otro dos años, por la atenuante simple de miedo insuperable.
Para el Tribunal, queda acreditado que la muerte fue "buscada de propósito", según se desprende de la dinámica de los hechos, por lo que "la agresión excede del homicidio"; responsabilizando de ésta al acusado que llevaba el cuchillo; mientras que considera que no hay responsabilidad por parte de los otros dos, ya que no acuerdan llevarla a cabo y desconocen la gravedad de la acción.
La Sala sí condena a los tres procesados por el delito de robo, apuntando que el tercer acusado no sufría una coacción tan grave como para que decida marcharse, sino que se queda y tiene "conocimiento" de que se ha llevado a cabo el robo. Así, aunque se señala que tiene una situación psicológica inestable, por su personalidad sumisa, no es de entidad como para eximirle totalmente de una condena.