El Ayuntamiento de Málaga, en el marco de la negociación para evitar la huelga indefinida en Limasa, ha propuesto al comité de empresa la posibilidad de que los fijos puedan descansar los sábados durante seis meses, incluyendo los estivales, lo que implicaría contar con más eventuales y 'domingueros'; una contratación que también se vería aumentada para reforzar los servicios en verano. Se trata de "la propuesta definitiva" del Consistorio, que, en total, supondría un esfuerzo municipal de 2,2 millones de euros y que "no podemos ni debemos" modificar, ha dejado claro el alcalde, Francisco de la Torre.
Sin embargo, la oferta no ha sido suficiente para los representantes sindicales, que la han rechazado, emplazándose al encuentro que tendrá lugar este miércoles en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) para intentar que los mediadores eviten una huelga prevista a partir del 14 de diciembre.
"No se ha avanzado prácticamente nada", ha lamentado el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, quien ha señalado que "hasta el último minuto del día 13 estaremos disponibles para intentar que no haya huelga". De igual modo, los trabajadores también han apuntado que "todos hemos dejado cosas por el camino, no sólo los eventuales", incidiendo en que "no teníamos interés en que la huelga se convocara en diciembre y por eso solicitamos empezar a negociar el convenio en marzo".
Tras una reunión de unas cuatro horas, que terminó pasada la medianoche, el Ayuntamiento volvió a reunir a los representantes de los trabajadores para ampliar de cuatro a seis los meses en los que podrían descansar los sábados, lo que conlleva un aumento del coste para las arcas municipales, pasando de 800.000 euros a 1,2 millones.
"Hemos traído hoy la que hubiera sido la oferta de dentro de tres días", ha admitido De la Torre, quien ha considerado "más constructivo" plantearla "al principio que al final" para tranquilidad de los ciudadanos.
Según ha expuesto, "es un esfuerzo que hemos querido hacer ahora para que la amenaza de huelga desaparezca y no esperar al último minuto con el interrogante de una huelga que es negativa no sólo para la ciudad, sino también para los trabajadores", al tiempo que ha insistido en que por parte del Ayuntamiento no se puede ir a más porque se vería afectada la política municipal en materia social y de fomento del empleo.
Los meses propuestos por el Ayuntamiento, que tiene el 49 por ciento del accionariado de la empresa mixta Limasa y que es a su vez su único cliente, se situarían por ejemplo entre el 15 de abril y el 15 de octubre, durante los cuales, para facilitar el descanso de la plantilla fija, se contrataría a más 'domingueros' y sobre todo a más eventuales. En total, 250 personas.
"Es lo más lejos posible que se puede llegar", ha manifestado el alcalde, reiterando su argumento de que no estaría justificado de cara a la ciudadanía un incremento del presupuesto destinado a Limasa para aumentar sólo las retribuciones del personal fijo de la empresa, abogando, sin embargo, por una mayor contratación de trabajadores eventuales.
Aparte de eso, el Ayuntamiento está dispuesto a destinar un millón de euros adicional para reforzar el servicio durante los tres meses de verano, que es el periodo de más trabajo, contratando a cien trabajadores más, según ha expuesto el alcalde.
SUSPENSIÓN CAUTELAR
Esta reunión se ha desarrollado en un ambiente tenso, después sobre todo de que el pasado viernes el alcalde comunicara a los dirigentes sindicales que Limasa había solicitado en el juzgado la suspensión cautelar de la huelga argumentando que el hecho que la motiva se encuentra ya en los tribunales; es decir, si los acuerdos alcanzados en la Navidad de 2013, que pusieron fin al paro de entonces, tienen rango de convenio, como sí defiende la empresa, o no, como establecen los trabajadores y la Junta de Andalucía.
Un planteamiento "de buena fe", ha defendido De la Torre, porque "era una manera de despejar la amenaza de huelga en vísperas de Navidad, pero no íbamos a dejar de negociar". Una opinión con la que no coinciden los trabajadores, que consideran que con esa petición de suspensión cautelar "la plantilla está todavía más enfadada".
En consecuencia, unos días previos a la huelga que se presentan intensos en el seno de Limasa, a la espera del pronunciamiento del juzgado sobre la suspensión cautelar solicitada por la empresa y también a la espera de que la Junta de Andalucía se pronuncie sobre los servicios mínimos si, finalmente, se llega al paro.