Celebración que sirve para homenajear este alimento que los labradores tomaban para soportar las duras tareas del campo
Más de 40.000 personas, según los organizadores, han asistido hoy a la trigésimo sexta edición de la Fiesta de las Migas de Torrox (Málaga), una celebración que sirve para homenajear este alimento que los labradores tomaban para soportar las duras tareas del campo.
Estas migas, elaboradas con harina de sémola de trigo, aceite, ajo y sal, y que se han servido acompañadas de ensaladilla arriera, el otro plato con el que se alimentaban los jornaleros, han superado ya su componente gastronómico y se han convertido en un referente turístico de Torrox, que cada año atrae a miles de visitantes a este evento.
La principal novedad de este año ha sido la introducción por primera vez de raciones de migas sin gluten, de las que se han repartido más de trescientas, y que han sido elaboradas por un cocinero dedicado expresamente a ello y sin mezclar los utensilios, con el fin de evitar cualquier tipo de contaminación en estos platos.
El alcalde de Torrox, Óscar Medina, ha explicado a Efe que el Ayuntamiento ha contado con el asesoramiento de la Asociación de Celíacos deMálaga (Acema) en esta iniciativa, que ha permitido hacer partícipes a estas personas del "plato estrella" del municipio.
Medina ha indicado que el buen tiempo y el sol que ha brillado durante toda la mañana han contribuido a incrementar el número de visitantes, y ha precisado que a las 12.00 horas ya estaba lleno el aparcamiento destinado a los ochenta autobuses que se han desplazado hasta Torrox.
Las migas se han empezado a preparar a partir del mediodía y para ello, se han empleado 1.300 kilos de harina, 500 litros de aceite, 65 kilos de ajo y 40 de sal.
El pregón del periodista Rafael Cremades ha precedido al tradicional toque de caracola, la señal con la que antiguamente el capataz anunciaba a los trabajadores del campo que la comida estaba preparada.
Los asistentes a esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía y que tiene lugar siempre el domingo anterior a la Navidad, han sido agasajados con las migas, la ensaladilla arriera y el vino dulce seleccionado para la ocasión mediante un concurso entre los cosecheros locales.
En total, se han repartido 1.600 litros de vino, mientras que para la elaboración de la ensaladilla arriera han sido necesarios 185 kilos de naranjas, 900 kilos de tomates, 180 kilos de cebollas, 100 kilos de bacalao y otros tantos de aceitunas.
La Fiesta de las Migas comenzó en los años ochenta como un evento local para reunir a los vecinos en torno a un plato tradicional y típico, pero se ha ido engrandeciendo para transformarse en un recurso económico que aporta riqueza y trabajo a la población.