La red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), dependiente de la Junta de Andalucía, atendió en Málaga durante el pasado año a 318 víctimas de violencia machista, 154 mujeres y 164 dependientes.
En el conjunto de Andalucía fueron atendidas un total de 2.475 personas, 1.265 de ellas mujeres y 1.210 menores o personas dependientes a su cargo. En esta red de centros encontraron protección, un hogar seguro y una atención integral (psicológica, jurídica, sociolaboral, etcétera).
La directora del IAM, Elena Ruiz, ha advertido de que una cifra "tan elevada" debe concienciar a la sociedad "de la magnitud de este problema social", además de replantearse qué se debe mejorar "en un sistema social donde 1.265 mujeres víctimas deben alejarse de su entorno y refugiarse junto a sus menores porque se encuentran en peligro frente a 1.265 agresores que no tienen miedo a salir a la calle".
La cifra de 2017 supone un incremento del 6,22 por ciento en el conjunto de Andalucía, con 154 más atendidos respecto a 2016. Ruiz ha achacado esto al mayor nivel de concienciación de las víctimas, "que dan el valiente paso de pedir ayuda y alejarse de sus agresores"; y, por otro, a "la importante labor de detección precoz desarrollada por los centros municipales y provinciales de la mujer, que derivan los casos que requieren de protección".
En este punto, ha aludido a la "urgente necesidad" de que el Gobierno central aplique las reformas legislativas y la financiación contempladas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, firmado hace tres meses, para dar protección a las mujeres y menores que la sufren, tal y como marca el Convenio europeo de Estambul.
El Servicio Integral de Atención y Acogida del IAM, que funciona en Andalucía desde hace 19 años, ha favorecido en estos años la recuperación de 50.362 víctimas, 22.762 de ellas mujeres y 27.600 menores o personas dependientes a su cargo.
Málaga es la cuarta provincia andaluza con más mujeres y dependientes acogidos. Así, de las 2.475 de Andalucía, 570 se atendieron en Sevilla (292 mujeres y 278 personas dependientes); 346 en Cádiz (181 mujeres y 165 menores); 338 en Granada (156 mujeres y 182 hijas e hijos); 318 en Málaga (154 mujeres y 164 personas dependientes); 298 en Jaén (132 mujeres y 166 dependientes); 236 en Córdoba (125 mujeres y 111 menores); 198 en Almería (117 mujeres y 81 dependientes); y 171 en Huelva (108 mujeres y 63 menores).
La red cuenta con 34 centros de atención y acogida, de los que nueve son centros de emergencia que dan cobertura inmediata a las necesidades de protección y seguridad de las víctimas; así como ocho casas de acogida compuestas por 52 pisos, que, además de acoger proporcionan las herramientas sociales, psicológicas y jurídicas indispensables para salir de la violencia, con una estancia inicial de alrededor de tres meses.
También cuenta con 17 pisos tutelados, es decir, viviendas independientes para uso familiar, ubicadas en edificios y zonas normalizadas, destinadas temporalmente a favorecer la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos.
El servicio tiene un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social.
Incluye además un programa de becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía. Junto a ello, desarrolla diversos programas para la atención integral a menores a nivel psicológico, lúdico, escolar, etcétera, para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.
La directora del IAM ha explicado que la Junta de Andalucía tiene como prioridad la recuperación integral de las víctimas de violencia de género, más allá de su protección y seguridad: "la autonomía y la estabilidad psicosocial resultan imprescindibles para impulsar su autoestima, su integración social y la recuperación de una vida normal, independiente y libre de violencia".