Málaga con el paso de los años ha inclinado la balanza hacia la movilidad a través del vehículo privado y abandonando ligeramente desplazarse a pie. En el 2008 el 46 por ciento de los ciudadanos optaban por moverse andando, mientras que el 41 por ciento por un coche, por ejemplo; sin embargo, en el 2018 el
42 por ciento se trasladó sin un vehículo motorizado y el
45 por ciento por uno motorizado, según los datos desprendidos de un estudio de movilidad de la ciudad.
Además, existe la necesidad de expandir el espacio público del centro de la ciudad a otros barrios, dar una
solución de transporte público a la zona Este y el
parque tecnológico y abordar la gestión de la distribución urbana de mercancías, según los agentes sociales entrevistados como EMT, Consorcio, Metro, colegios oficiales, Parque Tecnológico o Asociaciones.
El Ayuntamiento de Málaga ha desarrollado un estudio de movilidad en la ciudad con el objetivo de evaluarla exhaustivamente y analizar los impactos que tendrían las actuaciones previstas en el Plan Especial de la Movilidad Urbana Sostenible (PEMUS), así como las intervenciones urbanísticas o nuevas infraestructuras.
La información obtenida a través de
una encuesta a más de 30.000 personas y agentes sociales en los últimos meses de 2018 apuntan a un uso significativo del coche, un 45 por ciento. Un Mayor uso del transporte privado que desde el Consistorio justifican con el
crecimiento económico experimentado por la ciudad.
En los últimos cuatro años (2014-2018) el
número de desplazamientos ha crecido un diez por ciento, propiciado por el aumento del empleo, que se ha incrementado en un 19 por ciento. Esto se ha traducido en un mayor número de desplazamiento de mayor longitud que requiere de modos motorizados y donde el coche sigue siendo muy competitivo para algunas relaciones, ha explicado José del Río, concejal de Movilidad.
Asimismo, el mayor uso del coche se registra principalmente en los desplazamientos hacia el área metropolitana con un
88 por ciento en vehículo privado y hacia el
Parque Tecnológico con un 70 por ciento. También destaca el Distrito Este por el volumen de viajes que se realizan en coche que llegan al 58 por ciento de los mismos.
La principal causa por la que los trabajadores
no optan por el transporte público es “porque tarda mucho tiempo”, un 70 por ciento de los usuarios así lo han indicado en el estudio.
Este significativo uso del vehículo privado genera
congestión en horas específicas en la avenida Andalucía, Juan XXIII, Valle Inclán, Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso y A-357 en el acceso al parque tecnológico, entre otros.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta, según el estudio, que la velocidad media de circulación es superior a los 30 kilómetros por hora, es decir, es mayor que en otras grandes ciudades.
Asimismo, han señalado que, a pesar de este uso del coche privado, la ciudad no supera los límites establecidos por la Unión Europea y las inmisiones de NO2 de las estaciones urbanas (la concentración de contaminantes a nivel del suelo que puede afectar a personas, animales, vegetación o materiales). En cuanto a la percepción de ruido y contaminación, hay que añadir que el
47 por ciento de los ciudadanos consideran malo o muy malo el nivel sonoro y ambiental, mientras que el 28 por ciento indica que es bueno o muy bueno.
Por otra parte, el 42 por ciento de los viajes se hace a pie y los ciudadanos tienen una
gran valoración del espacio público, el 54 por ciento lo considera bueno o muy bueno. La mejora de la oferta peatonal en las distintas zonas de la ciudad puede propiciar el crecimiento de los desplazamientos a pie.
Esta circunstancia propicia que la ciudad tenga muchas posibilidades de conseguir unos hábitos de desplazamiento más sostenibles, además que reúne excelentes condiciones climáticas y espaciales, una ciudad compacta y sin excesivas pendientes en la mayoría del territorio.
De la encuesta también se infiere que los ciudadanos muestran una mayor sensibilidad hacia los temas medioambientales y ya condiciona hasta un diez por ciento de sus desplazamientos, eligiendo medios más sostenibles lo que implica que hay margen de mejora en los hábitos de movilidad más sostenible. En concreto, el
10,8 por ciento de las personas eligen el transporte público “porque contamina menos”.
Sin embargo, el uso de la bicicleta es un tema pendiente en Málaga, en el 2017 solo el 1,2 por ciento del total de desplazamientos se realizaron con este medio.