Málaga capital ha despertado este miércoles, 3 de febrero, con la hostelería y el comercio no esencial cerrado por las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía al superar, el pasado lunes, la incidencia acumulada de 1.000 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes en 14 días. Persianas echadas, otras a medio bajar, mesas y sillas de bares y restaurantes apiladas y algún desayuno para llevar han sido la imagen en el centro de la ciudad, pero también en sus barrios.
Comerciantes y hosteleros están "asfixiados" y han vuelto a lanzar una nueva petición de auxilio a las administraciones públicas ante un cierre que consideran "injusto". "No podemos más" es el resumen de ese grito desesperado que, admiten, está llevando ya a muchas familias a no tener capacidad económica para salir adelante.
Muchos empresarios de la hostelería malagueña no se resignan ante este nuevo "varapalo" y tratan de seguir trabajando pese a las difíciles circunstancias con los pedidos para recoger en el local y el reparto a domicilio.
Javier Frutos, presidente de la Asociación Malagueña de Hosteleros (Mahos), insiste en lo que lleva denunciando meses, que se está culpando a la hostelería del incremento de contagios, lo que considera "una falta de respeto" para un sector "tan importante".
"Estamos en una situación crítica, este cierre es la puntilla. Llevamos ya casi un año con esta pandemia y la situación es muy complicada", sostiene, al tiempo que añade que están recibiendo llamadas "de desesperación" por parte de asociados.
Por ello, subraya que la única vía que les queda ya es interponer demandas judiciales contra el Gobierno central y la Junta de Andalucía para lo cual están trabajando con plataformas de abogados para estudiarlo y poner a disposición de los asociados de Mahos esta posibilidad.
"No podemos esperar más, no hay ayudas directas y es una falta de respeto a este sector. Nos están dejando de lado y señalándonos como responsables de los contagios y la única arma ya es la demanda judicial. Pondremos todo lo que esté en nuestra mano para proteger al sector porque la Administración no lo está haciendo", resume Frutos.
"Muchos negocios están ya muertos"
En los mismos términos, Salvador Pérez, presidente de Comercio Málaga, admite que el tejido empresarial local "está muy muy tocado", con muchos negocios que "ya están muertos" y familias que tienen comercios y donde no entra ningún sueldo.
"Muchos están perdiendo su negocio pero lo que no quieren es perder su vivienda y necesitan venderlo como sea. Nos están trasladando que no pueden más y algunos están intentando salvar lo que les deben aun sabiendo que es complicado", explica Pérez a Europa Press.
En este sentido, están manteniendo reuniones con asociaciones de barriadas "y hay un porcentaje de comercios que no van a poder abrir más; que van a tirar la toalla". Así, considera "muy triste y doloroso" que haya empresarios de comercios malagueños que lleven "toda su ida trabajando y que ahora, con más de 50 años, tengan que tirar la toalla porque ven que no pueden ya".
El empresario recuerda que ya es casi un año el que llevan arrastrando, lo que dura la pandemia del COVID-19; con un confinamiento total y un verano sin turistas, además de con una ciudadanía "que no se atreve a comprar nada tal y como está todo".
"Ayudas directas, no más créditos"
Por todo ello, al igual que los hosteleros, reclaman ayudas directas y no más créditos ICO "ni ayudas de 1.000 euros". "Son 1.000 euros, pero lo venden 100.000 veces y parece que es más", critica Pérez, quien resume la situación de sus asociados: "Están asfixiados, muchos tienen cuadros de ansiedad y no saben ya que hacer".
"Los ánimos están muy mal, hay mucha preocupación y es desmotivador", sostiene Salvador Pérez, quien ha pedido tanto a las administraciones como a los expertos que asesoran medidas "que realmente frenen los contagios". "Algo se debe estar haciendo mal porque los contagios siguen subiendo", apostilla.
Lo que sí tiene claro el presidente de Málaga Comercio es que un comercio mediano o pequeño, "con todas las medidas de seguridad y con menos público esté pasando por esta situación y los centros comerciales o los supermercados estén a rebosar".
"Un pequeño comercio tiene más medidas de seguridad que nadie, poco contagio puede haber ahí; pero vas a cualquier centro comercial y hay muchísima gente. Si voy a una tienda de alimentación atestada no me contagio, pero sí si voy a comprarme unos zapatos o una camisa, que está bastante controlado", expresa Pérez, lamentando esas "distintas varas de medir".
Por todo ello, confía en que este cierre sea puntual durante sólo 14 días y se queda con que mejor que suceda en febrero que no en marzo, abril o mayo. No obstante, apoya las palabras del alcalde, Francisco de la Torre, de pedir que no tengan que agotarse las dos semanas de cierre si la incidencia acumulada tiene varios días de descenso, algo que ya ha descartado la Junta de Andalucía.
Pérez opina que la situación "está mucho más descontrolada en el plano familiar y de amigos" por lo que pide a la ciudadanía "responsabilidad", lamentando los continuos números de fallecidos y de ingresos hospitalarios.
"El virus se controlará pero la economía va a estar décadas sufriendo, ya hay muchas familias que no tenían problemas haciendo cola para poder comer", finaliza el responsable de Málaga Comercio, quien insiste en que la situación "es muy dura".
Otro sector que desconoce incluso si puede abrir o no a partir de este miércoles por las restricciones es el de los despachos de loterías. Así, la delegación comercial de Loterías y Apuestas del Estado en Málaga ha enviado un escrito este miércoles, consultado por Europa Press, en el que indican que han llevado a cabo numerosas consultas a las administraciones local, provincial y autonómica "y no hemos obtenido una respuesta oficial unificada hasta el momento en cuanto a la esencialidad o no de la actividad de los puntos de venta de SELAE".
Por todo ello, señalan que no pueden "dar una respuesta oficial a la posibilidad de abrir los puntos de venta" e inciden en que seguirán trabajando para dar una respuesta "unificada" a los puntos de venta.
El paso de Málaga capital a alerta sanitaria 4 en grado 2 se produjo el pasado lunes, 1 de febrero, al superar la tasa de incidencia PDIA de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Actualmente, la ciudad se encuentra en 986,6 casos pero, según lo establecido por el Comité Territorial de Alertas de Salud de Alto Impacto, deberá permanecer con estas restricciones durante 14 días, fecha en la que volverán a evaluar la situación epidemiológica del municipio.