SpaceX lanzó este 20 de enero desde el Centro Kennedy otros 60 satélites de su constelación Starlink para ofrecer acceso a Internet desde el espacio, completando la decimoséptima misión del programa.
Después de la separación de la primera etapa, el Falcon 9 aterrizó con éxito por octava vez en una plataforma no tripulada estacionada en el Océano Atlántico, constantando una amplia reusabilidad de este sistema de lanzamiento.
El cohete propulsor de la primera etapa del Falcon 9 sirvió anteriormente otras siete misiones: la misión SXM-7 en diciembre de 2020, el lanzamiento de la misión RADARSAT Constellation en junio de 2019, el lanzamiento de la primera misión de demostración de Crew Dragon en marzo de 2019 y cuatro misiones Starlink. La mitad del carenado del Falcon 9 anteriormente fue usada para una misión Starlink y la otra mitad para dos.
Se espera que esta megaconstelación conste de miles de satélites, volando cerca del planeta en una región del espacio llamada órbita terrestre baja. Mediante el uso de una pequeña terminal (no más grande que una computadora portátil), los usuarios en tierra podrán conectarse a la red en constante crecimiento, que actualmente se encuentra todavía en una fase de prueba beta.
Musk ha estimado que el servicio Starlink podría generar hasta 30.000 millones de dólares al año, aunque aún no se han anunciado precios firmes.
Con este lanzamiento, la compañía habrá enviado más de 1.000 de su conjunto inicial de 1.400 satélites Starlink de un cuarto de tonelada al espacio, más que suficiente para que SpaceX comience a implementar su servicio, informa Space.com.