La carta, publicada en el portal de la organización "Paid leave for all", está dirigida al líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Chuck Schumer
Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique de Inglaterra, ha escrito una carta al Congreso de los Estados Unidos en la que reivindica que se promueva la conciliación familiar y se establezca un permiso retribuido para los nuevos padres.
La carta, publicada en el portal de la organización "Paid leave for all", está dirigida al líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Chuck Schumer, y a su presidenta, Nancy Pelosi.
En su misiva, la duquesa de Sussex reconoce que no es "una funcionaria electa, ni tampoco una política" y que sólo quiere hablar como "una madre" sobre este tema.
"Durante los últimos 20 meses, la pandemia ha dejado al descubierto fallos que existen desde hace mucho tiempo en nuestras comunidades. A un ritmo alarmante, millones de mujeres abandonaron la fuerza laboral, se quedaron en casa con sus hijos mientras las escuelas y guarderías estaban cerradas, y cuidaron a sus seres queridos a tiempo completo", escribe la nuera de Isabel II.
"La madre o el padre que trabaja se enfrenta al conflicto de estar presente (en el hogar) o salir para recibir un sueldo. Ese sacrificio de cualquiera de los dos tiene un gran costo", subraya la duquesa, que reside con su marido y sus dos hijos en Los Ángeles.
Por ello, "ninguna familia debería tener que elegir entre ganarse la vida y tener la libertad de cuidar de su hijo (o de un ser querido o de ellos mismos)" si se fijara un plan integral de permisos retribuidos.
Markle asume que ahora se siente una privilegiada pero dice que escribe en nombre de millones de estadounidenses que necesitan esos permisos retribuidos.
Cuando un padre o madre cuida a "su hijo, cuida a su comunidad y cuida su país, porque cuando el permiso retribuido es un derecho, estamos creando una base que ayuda a lograr resultados en salud mental, costos de atención médica y la fortaleza económica", precisa.
Y recuerda finalmente que "la mayoría de las naciones ya cuentan con políticas de licencias pagadas" para permitir que los padres cuiden en casa de sus hijos, mientras Estados Unidos no garantiza a ninguna persona ni un solo día de estos permisos.