Denunciando planes de "los servicios bielorrusos" para provocar un inminente asalto masivo
Las autoridades polacas informaron este lunes de 118 nuevos intentos de cruzar de forma irregular la frontera bielorrusa y de la expulsión de 39 personas, denunciando planes de "los servicios bielorrusos" para provocar un inminente asalto masivo.
En un mensaje difundido en las redes sociales, las fuerzas de vigilancia fronteriza polacas afirmaron también que se halló a dos ciudadanos sirios al borde de la extenuación en territorio polaco, a pocos kilómetros de la frontera.
Por otro lado, una radio local de la población de Swaboda (este), difundió hace unas horas un testimonio de un migrante acampado en el lado bielorruso, según el cual están recibiendo instrucciones de "los servicios" de ese país para asaltar la alambrada durante la jornada del lunes.
Según esta fuente, "no hay ánimo para derribar o cortar la alambrada, la gente preferiría cruzar con tranquilidad". Añadió que la situación en los asentamientos se deteriora rápidamente y que los soldados bielorrusos no les permiten internarse de vuelta en el país.
En una entrevista emitida por la televisión polaca este lunes, el vicesecretario de Estado polaco Pawel Jablonski aseguró que "se espera un aumento en la cifra de inmigrantes concentrados" en el área y que su número "podría llegar a 20.000".
Las últimas estimaciones oficiales del Gobierno sitúan en "más de 2.000" las personas acampadas, en algunos casos desde hace semanas, a lo largo de la frontera polaco-bielorrusa.
Jablonski anunció que su Gobierno aplicará nuevas sanciones al régimen del presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, y subrayó que la posibilidad de cerrar completamente la frontera con Bielorrusia es "posible".
Además, la policía polaca informó de la detención de un ciudadano británico, un ucraniano, un sueco y un alemán que transportaban en sus respectivos vehículos a 33 migrantes provenientes de la frontera.
Desde hace unos meses se produce una oleada migratoria desde la frontera bielorrusa hacia sus vecinos europeos, una situación que la Unión Europea (UE) y los gobiernos polaco, letón y lituano achacan a un plan orquestado por Minsk con el objetivo de desestabilizar Europa.
El Gobierno polaco, que decretó el estado de emergencia en su frontera con Bielorrusia el 2 de septiembre, ha detectado más de 33.000 intentos de infiltración irregular, más de 5.000 de ellos en lo que va de noviembre.
Además de planear construir un muro e instalar un dispositivo de vigilancia electrónica, Varsovia cambió hace poco su ley de extranjería para agilizar las expulsiones de inmigrantes en situación irregular.