El objetivo, reiteró, es que en este proceso de diálogo se logre "un amplio consenso" entre las distintas partes en torno a la reforma judicial
El presidente de Israel, Isaac Herzog, habló anoche con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, y el líder del partido opositor Unidad Nacional, Beny Gantz, para iniciar "un proceso de diálogo inmediato" en torno a la reforma judicial.
Tras las masivas protestas de ayer, que forzaron a Netanyahu a anunciar una congelación temporal de su polémico plan, el presidente israelí -quién había ofrecido su mediación semanas atrás- llamó al primer ministro y a los líderes opositores con el objetivo de buscar formas de empezar conversaciones "con el auspicio de la oficina de presidencia", informó un portavoz en un comunicado.
El objetivo, reiteró, es que en este proceso de diálogo se logre "un amplio consenso" entre las distintas partes en torno a la reforma judicial, un polémico paquete de medidas que impulsaba la coalición derechista y que ayer Netanyahu se vio obligado a aplazar tras una nueva demostración de fuerza del movimiento de protestas contra esta reforma que ha sacudido a Israel en los últimos tres meses.
Herzog pidió que todas las partes "nombren equipos de trabajo" para las negociaciones, y dijo querer incluir en este proceso a miembros de los distintos partidos políticos con representación parlamentaria, a miembros de la sociedad civil y a "otras partes interesadas" para que "presenten sus distintas posiciones e ideas".
Los detractores del polémico plan de reforma, que daría mayores poderes del Gobierno sobre la Justicia, consideran que este acabaría con la independencia del poder judicial y la separación de poderes en Israel. Desde que se comenzó a impulsar, se ha agravado la ya acentuada polarización de la población israelí y ha derivado en las protestas más masivas de las últimas décadas en Israel.
Ayer, tras horas de reuniones con sus socios de gobierno, el primer ministro anunció la suspensión de la votación en segunda y tercera lectura en el Parlamento de la ley de elección de jueces, uno de los aspectos más controvertidos de la reforma prevista para aprobarse esta misma semana, antes del receso parlamentario por la festividad judía de Pésaj en abril.
De esta forma, el gobierno se da de plazo hasta julio para entablar un diálogo con la oposición y consensuar cambios.