Zapatero se desplazó a Ourense para arropar al candidato socialista a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, en el arranque de la precampaña electoral para los comicios del 1 de marzo.
Ante unos 6.000 simpatizantes, según cálculos de la organización, Pérez Touriño también fue respaldado por alcaldes, concejales y presidentes socialistas de diputaciones gallegas, junto con la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el vicesecretario general del partido, José Blanco, entre otros.
Un grupo de funcionarios de la sanidad de Pontevedra interrumpió a Zapatero para protestar por su situación laboral.
Durante su intervención, defendió el modelo actual frente a quienes “no les gusta nada el Estado de las Autonomías”, desde el convencimiento de que esta descentralización política es más democrática.
“Pero algunos sólo saben y defienden un poder concentrado, sólo en una mano, preferentemente que fuera la suya”, previno.
Confió, además, en un acuerdo final respecto al nuevo sistema de financiación autonómica que mejore el actual y que permita a las autonomías gestionar más recursos, sobre todo destinados a la sanidad y a la educación.
Partiendo de la base, además, de que el Gobierno está dispuesto a dar más dinero a las comunidades sin que ello suponga que haya menos Estado, sino que se organiza de otra manera, porque las comunidades autónomas “son Estado”, y “todas y cada una de las regiones y de las nacionalidades” que conforman el país “contribuyen a España”, ayudan al progreso de todos y cumplen un papel determinante.
Recordó además que Touriño es quien ha propuesto que el nuevo modelo de financiación autonómica recoja una partida adicional para las comunidades con lengua propia.
“Les guste a algunos o no, mi visión de España es que allí donde hay una lengua propia tendréis siempre a un presidente de España apoyando a esa lengua y a esa identidad”, prometió.