El Papa ha renovado este domingo su llamamiento a la paz en Siria y en el resto de países de Oriente Medio y ha afirmado que "la proliferación de armas y su comercio ilegal" son "los enemigos a combatir". "Siempre existe la duda de si estas guerras aquí y allá son guerras por problemas reales o guerras para vender armas", ha señalado.
En un discurso previo al rezo del Ángelus, Francisco ha denunciado que existe "una guerra comercial para vender estas armas en el comercio ilegal". "Hay una guerra más profunda que tenemos que luchar todos. Es la decisión firme y valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y de escoger el bien", ha señalado.
Para el Pontífice "esto implica entre otras cosas, decir no al odio fratricida y a las mentiras de las que se sirve, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de armas y su comercio ilegal". "Éstos son los enemigos que hay que combatir unidos y con coherencia, no siguiendo intereses, que no sean los de la paz y el bien común", ha apuntado desde su balcón sobre la Plaza de San Pedro.
En su discurso el Papa ha tenido además palabras de agradecimiento para cuantos secundaron la jornada de ayuno y oración celebrada este sábado por una solución pacífica al conflicto en Siria, y ha llamado a seguir orando para conseguirlo porque, conforme ha dicho, "la búsqueda de la paz es larga y requiere paciencia y perseverancia".
"Quisiera agradecer a todos los que, de diferentes maneras, adhirieron a la vigilia de oración y ayuno de anoche. Agradezco a tantas personas que han unido al ofrecimiento de sus sufrimientos. Agradezco a las autoridades civiles, así como a los miembros de otras comunidades cristianas y de otras religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad que han vivido, en esta ocasión, momentos de oración, ayuno y reflexión", ha dicho el Papa.
A renglón seguido, ha afirmado que "el compromiso continúa". "Sigamos adelante con la oración y las obras de la paz. Los invito a que sigan rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación en Siria y se trabaje con un renovado compromiso por una solución justa al conflicto fratricida", ha proclamado el Pontífice, quien ha hecho extensivo el llamamiento para otros países de la región.
En este sentido, ha llamado a orar "especialmente" por El Líbano, "para que pueda encontrar la estabilidad deseada y siga siendo un modelo de convivencia"; por Irak, "para que la violencia sectaria deje su camino a la reconciliación"; y por "el proceso de paz entre israelíes y palestinos, para que progrese con decisión y valentía".
"Y recemos por Egipto, para que todos los egipcios, musulmanes y cristianos, se comprometan juntos en la construcción de una sociedad unida por el bien de toda la población", ha añadido el Papa Francisco.