El balance de fallecidos a consecuencia del atentado con coche bomba ejecutado este lunes en una academia militar en la ciudad libia de Benghazi (este), ha ascendido a cinco, mientras que cinco de los heridos continúan en estado crítico.
El atentado ha sido ejecutado durante una ceremonia de graduación y, pese a que en un momento se informó de que en el ataque fueron utilizados tres coches bomba, un oficial de la academia ha recalcado que únicamente estalló un vehículo, si bien las llamas provocaron la explosión de los depósitos de gasolina de otros dos coches.
Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por varias personas, entre ellas un alto cargo militar de la localidad, que ha explicado que los vehículos no estaban aparcados cerca, según ha informado el diario 'The Libya Herald'.
El Gobierno ha condenado el atentado, que ha descrito como "un acto de terrorismo criminal destinado a desestabilizar el país a través del caos", y ha anunciado tres días de luto.
En su comunicado, el Ejecutivo libio ha asegurado que "no se escatimarán esfuerzos en los intentos por localizar a los responsables y llevarlos ante la justicia", al tiempo que ha recalcado que tomará "medidas urgentes" para hacer frente a la situación de seguridad en la ciudad.
Poco después de dicho ataque, un soldado del Primer Batallón de Infantería falleció después de que estallara una bomba lapa que había sido adherida a su vehículo cuando circulaba por la ciudad.
Por el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría de estos ataques en Benghazi, donde las Fuerzas Armadas libias están combatiendo contra brigadas rebeldes que se han negado a desarmarse y contra milicianos islamistas de grupos como Ansar al Sharia, catalogado por Estados Unidos como organización terrorista.
La mayoría de los países han cerrado sus consulados en Benghazi, que era la capital de los rebeldes que derrocaron al Gobierno del coronel Muamar Gadafi, y la mayoría de las compañías aéreas han dejado de volar hacia esa urbe desde el ataque contra el Consulado de Estados Unidos que acabó con la vida del entonces embajador, Chris Stevens, el 11 de septiembre de 2012.
Los ataques de este lunes llegan días después de que este mismo mes de marzo varios hombres armados mataran a un ciudadanos francés y la Policía encontrara los cadáveres de siete egipcios cristianos con signos de haber sido ejecutados a disparos en una playa de las afueras de Benghazi. Nadie ha reivindicado la autoría de estos asesinatos.
El pasado mes de diciembre, también en Benghazi, murió asesinado por hombres armados un profesor de escuela estadounidense. Los diplomáticos occidentales temen que la violencia de Benghazi se extienda hasta la capital del país, Trípoli.