En esos mismos siniestros han resultado heridas de carácter grave once personas y dos leves.
El viernes no se contabilizó ningún accidente mortal, mientras que el sábado fue la jornada más trágica, con seis accidentes mortales que tuvieron como consecuencia siete fallecidos, siete heridos graves y dos leves.
Ayer, hasta las 20.00 horas, se han registrado cinco siniestros mortales con seis fallecidos y cuatro heridos graves.
Los dos siniestros más graves se han registrado en la provincia de Burgos, el primero de ellos el sábado a las 21.55 horas en la N-1 a la altura de Grisaleña, donde murieron dos personas de 53 y 51 años después de que se saliese de la vía el coche en el que viajaban.
El segundo tuvo lugar ayer a las 11.00 en la AP-1 a la altura de Monasterio de Rodilla, cuando un vehículo se salió de la vía y chocó, lo que provocó la muerte de dos personas, de 69 y 64 años.
La DGT ha destacado que en la provincia de Burgos se han registrado este fin de semana tres accidentes mortales en los que han perecido cinco personas.
En uno de los accidentes, un hombre de 44 años murió y otro varón resultó herido de gravedad en la colisión de dos motocicletas ocurrida en la localidad castellonense de Catí.