En un entorno económico mundial “que se ha deteriorado más rápido y con mayor intensidad de lo previsto”, el Santander optó por la prudencia y dotó provisiones para insolvencias por 2.234 millones de euros, con lo que cuenta ya con un colchón de 15.166 millones para este fin.
La primera entidad financiera española cerró marzo con una tasa de morosidad del 2,49%, el doble que el 1,24% registrado un año antes, con un ratio de cobertura para insolvencias del 79,96%, frente al 134,12% de marzo de 2008.
El consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, reconoció que esta cifra seguirá aumentando, si bien subrayó que, en España, no llegará a cierre del año al 4,5% que habían previsto inicialmente.
En cuanto a la estrategia futura del grupo, destacó que “no tiene ideas” de llevar a cabo adquisiciones ni en Europa ni fuera de Europa este año, ni tampoco nuevas ampliaciones de capital. Asimismo, el banco no va a cambiar su política de dividendos y mantendrá un pay out –porcentaje de beneficios que se destinan al reparto entre accionistas– en el entorno del 50%.