Unas 3.000 personas continúan a la espera de poder atravesar la frontera que une a Macedonia con Grecia, después de que ayer las autoridades de la Antigua República Yugoslava de Macedonia decidiesen dejar pasar únicamente a los ciudadanos de Siria, Afganistán e Irak.
Durante esta madrugada, Macedonia ha permitido el paso a unos 1.500 refugiados, pero en la ciudad griega de Eidomeni -donde hay instalado un campamento de tránsito para albergar a los que llegan- quedan aún cerca de 3.000 personas, según medios macedonios.
De éstas se estima que alrededor de 1.300 no son ciudadanos de Siria, Afganistán e Irak.
El Ministerio del Interior de Macedonia informó ayer de que solo permite a los originarios de estos tres países atravesar su frontera sur con Grecia, mientras que cerrará el paso a todos los que se consideren migrantes económicos.
Interior justificó esta decisión argumentado que Serbia, Eslovenia y Croacia ya habían adoptado la misma medida.
Macedonia es uno de los países de tránsito dentro de la denominada ruta de los Balcanes que los miles de refugiados que llegan a las islas griegas atraviesan en su periplo hacia los países del centro y norte de Europa, principalmente Alemania y Suecia.
Para conocer la situación en la frontera de Grecia con Macedonia, el ministro adjunto de Migración heleno, Yanis Muzalas, visitó hoy el campo de Eidomeni y señaló que la decisión iniciada por Eslovenia ha provocado la respuesta del resto de países de la ruta en un "efecto dominó".
"Hay un problema. Creo que la prohibición de los países a las personas con un origen específico continuará. Planeamos cómo ayudar a estas personas a pasar para descongestionar la zona", dijo Muzalas durante la visita y añadió que hoy está prevista una reunión que presidirá el primer ministro, Alexis Tsipras, sobre la gestión de la crisis de refugiados.
En alusión al anuncio de la Fiscalía de París, que ayer confirmó que dos suicidas que detonaron sus cinturones explosivos en las proximidades del estadio de la capital fueron controlados en Grecia el pasado 3 de octubre, Muzalas defendió el proceso de registro que se lleva a cabo en suelo heleno.
"Los dos que pasaron a través de Grecia están plenamente identificados con las huellas digitales que muestran que también hacemos nuestro trabajo", aseguró.