El número de aspirantes a entrar en el Ejército francés se ha multiplicado por 10, al pasar de 150 a 1.500 diarios, tras los atentados yihadistas perpetrados en París en enero y en noviembre del pasado año.
Las cifras las ofreció el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, en un discurso a sus soldados desplegados en la base de Camp Zayed en los Emiratos Árabes Unidos divulgado hoy por su departamento, en el que subrayó la importancia de su misión contra las posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
Le Drian insistió en que la acción contra el grupo yihadista en esos dos países, pero también las labores de protección antiterrorista que realizan 10.000 militares en el propio territorio francés, son necesarias porque para proteger a los franceses "la guerra debe hacerse en todos los frentes".
"Ahora más que nunca -afirmó ayer el ministro a los militares que se ocupan de los cazas que tienen allí su base- os admiran por eso y tal vez algunos incluso os envidian".
Para ilustrarlo dijo que mientras en 2014 había una media de 150 candidatos diarios a integrar las Fuerzas Armadas, tras los atentados de enero del pasado año en París se pasó a 400, y después de los del 13 de noviembre la cifra ha subido a 1.500.
"Eso muestra la fuerza que representa nuestro Ejército. Eso nos da tranquilidad sobre el futuro de nuestro Ejército y sobre el reclutamiento", concluyó.
Le Drian señaló que "para destruir a (su) enemigo" -en alusión al EI- se han intensificado los bombardeos de la coalición internacional de la que forma parte Francia (y que lidera Estados Unidos), pero también hay que actuar sobre el terreno con "nuestros socios locales".
Por eso, justificó que las tropas francesas estén formando a los kurdos iraquíes en el norte de Irak y a las fuerzas iraquíes en Bagdad.
"Les damos informaciones, les guiamos, hacemos bombardeos durante sus ofensivas terrestres", contó, antes de asegurar que esa estrategia "empieza a dar resultados" porque el EI "adopta una actitud defensiva".