Corea del Norte anunció hoy que expulsará a todos los surcoreanos del complejo de Kaesong y lo designará como zona militar, después de que Seúl decretara unilateralmente la clausura del polígono industrial conjunto que mantienen los dos países.
Pyongyang ordenó a todos los ciudadanos del país vecino que regresen inmediatamente, y también decretó la congelación de todos los activos -incluidos maquinaria y productos- de las 124 empresas surcoreanas que operan en Kaesong, indicó el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea en un comunicado divulgado por la agencia estatal KCNA.
Asimismo, el régimen de Kim Jong-un ordenó cortar las dos líneas de comunicación con Corea del Sur, según la agencia norcoreana.
Pyongyang tomó esta decisión en represalia por la decisión del miércoles del ejecutivo surcoreano de la conservadora Park Geun-hye, que ordenó el cierre del complejo industrial ubicado al suroeste de Corea del Norte.
Seúl tomó esta drástica medida como respuesta al reciente lanzamiento de un cohete espacial del régimen de Kim Jong-un, al considerar esta acción un ensayo de misiles encubierto que violaría resoluciones de la ONU.
Tras la orden de cierre Seúl planeó repatriar paulatinamente a lo largo de esta semana a sus ciudadanos en el complejo, y negociar con Pyongyang la recuperación de los activos, maquinaria y productos propiedad de las empresas surcoreanas que allí se encuentran.
Sin embargo, el nuevo comunicado de Corea del Norte podría precipitar la retirada de los surcoreanos e incrementar la tensión entre ambos países, cuyas relaciones pasan por uno de sus peores momentos más en meses.
El régimen de los Kim lanzó el domingo su cohete de largo alcance, en una acción que siguió a la cuarta prueba nuclear del país comunista el pasado 6 de enero.
El Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra en proceso de sancionar ambas acciones, mientras Corea del Sur, EE.UU. y Japón exigen que se castigue con la máxima dureza a Corea del Norte.
