"La nación percibió correctamente que la verdadera intención de Nixon era evitar que Cox descubriera pruebas de mala conducta criminal"
Richard Ben-Veniste, un ex fiscal especial del caso Watergate, que terminó con la dimisión del entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon (1969-1974), comparó hoy la actitud del actual mandatario, Donald Trump, con la de aquel gobernante.
"Al igual que Nixon, el presidente Trump parece ansioso por despedir al hombre que investiga su campaña y la culpabilidad de los funcionarios de la Casa Blanca en un escándalo de perfil alto: Robert Mueller, el asesor especial que examina una amplia gama de temas relacionados con la interferencia rusa en las elecciones de 2016", escribió Ben-Veniste en un artículo en The Atlantic.
Además de equiparar el comportamiento de los dos presidentes, Ben-Veniste recordó que el despido del fiscal especial del caso Watergate, Archibald Cox, por parte de Nixon en 1973 "fue el principio de su fin como presidente".
"La nación percibió correctamente que la verdadera intención de Nixon era evitar que Cox descubriera pruebas de mala conducta criminal que el propio Nixon estaba decidido a mantener ocultas", redactó el letrado.
Según aseguró este martes la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, Trump "realmente" cree que tiene poder para despedir a Mueller, encargado de investigar los supuestos lazos entre su campaña electoral y el Kremlin para influir en los comicios de 2016.
El propio presidente desmintió horas después a Sanders y dijo que si él hubiera querido despedir a Mueller en diciembre, tal como aseguró entonces el diario The New York Times, lo hubiera hecho.
"Si bien las verdaderas intenciones de Trump permanecen desconocidas, sus sentimientos sobre Mueller, al menos, son muy claros: no ha intentado ocultarlos", agregó el letrado.
De hecho, el presidente ha usado en repetidas ocasiones el término "caza de brujas" para referirse a la investigación de Mueller y su equipo.
En este sentido, Ben-Veniste señaló que el fiscal especial Mueller no ha hecho nada "públicamente conocido que proporcione una razón legítima para justificar el despido, sino que ha estado investigando metódicamente según el mandato que recibió y está creando casos en múltiples direcciones".
El escándalo Watergate comenzó en 1972 cuando cinco personas fueron detenidas acusadas de robar documentos en la sede del Partido Demócrata en Washington.
Las revelaciones de un agente del FBI conocido como "Garganta Profunda" condujeron a Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas de The Washington Post, a destapar una red de espionaje y sobornos para asegurar en 1972 la reelección del republicano Nixon, quien tras desvelarse la trama renunció a la Presidencia en 1974. E