Según informó ayer la Guardia Urbana en un comunicado, un ciudadano comunicó ayer por la mañana que una niña se encontraba en la calle Camil Oliveres del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona sentada en la puerta de una casa, llorando.
La patrulla de agentes que acudió al lugar llevaron a la pequeña a su domicilio, situado en la calle Arc de Sant Martí del mismo distrito, y comprobaron que en la casa no había nadie.
Ante esta situación, los agentes trasladaron a la menor al hospital de la Vall d’Hebron para ser atendida por diversas picadas de pulgas que tenía en los brazos y en las piernas, al parecer de los perros que había en su domicilio.
También pusieron este caso en conocimiento de la Fiscalía de Menores, que ordenó que se hiciera cargo de la niña la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat (Dgaia).
Hacia las 13.00 horas de ayer, la madre de la niña denunció la desaparición de su hija ante la Guardia Urbana de Horta-Guinardó, donde se le notificó que se le imputa un presunto delito de abandono de menores.
Una mujer de nacionalidad marroquí fue detenida por la Guardia Civil después de que los agentes detectaran a su hijo de 11 años caminando por la carretera A-355, que comunica Coín con Marbella, según informaron en la jornada de ayer a la agencia de noticias Efe fuentes cercanas al caso.
El menor estaba haciendo autoestop sobre las 10.30 horas del pasado jueves y los agentes tras encontrarse casualmente con él lo recogieron para llevarlo con la familia, adelantó ayer el diario Sur.
Tras localizar el domicilio y el colegio del menor, los agentes se entrevistaron con sus profesores, que afirmaron que la madre por la mañana les había dicho que su hijo se había marchado y no sabía donde estaba, así como que tenía previsto mandarlo con su padre a Melilla.
