Tropas turcas y milicias rebeldes aliadas de Ankara reforzaron su presencia en Yarabulus -al oeste del río Éufrates y bajo control turco desde 2016-
Turquía ha reforzado su presencia militar en las zonas bajo su control en el norte de Siria ante el avance inminente de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, que llegaron a un acuerdo con las milicias kurdas para frenar la ofensiva turca.
Según informó este martes la agencia Anadolu, tropas turcas y milicias rebeldes aliadas de Ankara reforzaron su presencia en Yarabulus -al oeste del río Éufrates y bajo control turco desde 2016-, situada a unos 40 kilómetros de Manbech, donde el ejército de Asad desplegó ayer tropas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió en que seguirá adelante con el plan de hacerse con el control de una franja del noreste de Siria, incluyendo Manbech, cabeza de puente de las milicias kurdas al oeste del Éufrates.
El pasado 9 de octubre Turquía inició una invasión militar para expulsar de esa región a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el yihadista Estado Islámico (EI), pero que Ankara considera una organización terrorista.
Hace dos días, Damasco llegó a un acuerdo con las autoridades kurdas para repeler el ataque turco y recuperar el territorio conquistado hasta ahora por los soldados turcos y sus aliados.
Según el parte de hoy del ministerio de Defensa turco, desde el inicio de la ofensiva el ejército turco ha dejado fuera de combate a 595 milicianos kurdos, es decir, los ha matado, capturado o herido.
Por otro lado, Erdogan habló ayer por teléfono con su homólogo francés, Emmanuel Macron, a quien le insistió en que la operación en el país vecino es una cuestión de "seguridad" para Turquía, informó la presidencia en un comunicado.
Según la nota, el jefe del Estado turco prometió que respetará "la integridad territorial" de Siria.
Francia es uno de los países que ha restringido la venta de armas a Turquía mientras continúe la invasión turca en el país árabe.
Estados Unidos anunció anoche una serie de sanciones contra Turquía, entre ellas una subida hasta el 50 % de los aranceles a las importaciones de acero turco, una medida frente a la cual Ankara no ha reaccionado aún.