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Provincia de Cádiz

Teresa Rodríguez: “A Andalucía no le sirve el pacto de las élites española y catalana”

Adelante Andalucía inicia “sin tutela” su refundación y su líder se erige en la alternativa de la izquierda: “Andalucía no se ha vuelto de derechas”

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La recién elegida portavoz de Adelante Andalucía, que ha iniciado su refundación “sin tutela de nadie” la semana pasada en Granada, advierte de que el federalismo asimétrico “no nos vale” y reclama “un proceso constituyente a todos los niveles que dé voz al resto de los pueblos del Estado para defender nuestras legítimas reivindicaciones”.  En el ámbito estrictamente político, apela al andalucismo histórico y a ser referente de una izquierda huérfana: “Toda la gente que se enfada con Pedro Sánchez, se enfada desde la derecha”.           

¿Por qué os pertenece la marca Adelante Andalucía?

–Adelante Andalucía era una coalición donde se presentaban cuatro fuerzas política y se amplió a cinco. De esas cinco, tres quieren continuar con la coalición y dos no. No hay por qué disolver el proyecto porque una minoría de los grupos, por más que sean dos partidos grandes, no quieran continuar con el proyecto. Además, han presentado antes que nosotros, el 28F, Unidas Podemos por Andalucía. Por otra parte, Adelante Andalucía nació en 2018 con una intención clara de ser una fuerza política netamente andaluza, con relaciones de confederalidad con otras fuerzas políticas estatales. Se construyó un poco en oposición a Podemos estatal. Luego ha habido un cambio de posición de Podemos e IU en ese sentido.

¿Tan importante es la marca?

–No. De hecho, queremos salir de la dinámica de los conflictos. Si ellos siguen empeñados en el tema jurídico, que tengan suerte. Lo que nos gustaría es poder debatir con Unidas Podemos sobre los problemas que se generan cuando se gobierna con el PSOE o la importancia de tener una voz propia en Andalucía.

Admitía en una entrevista en Viva Cádiz que aspiraba a poder saludar a Inmaculada Nieto si se cruzaba con ella en los pasillos del Parlamento.

–Sí, sí. Tratamos de separar lo personal y lo político. El rencor y la polarización no aportan absolutamente nada.

De Unidas Podemos solo hemos recibido amenazas por la marca y la expulsión de concejales”

¿Cuál es la raíz del conflicto? ¿Es tan grave?

–Son tres cuestiones sobre las que parecía haber acuerdo al principio pero después de la coalición de Gobierno con Pedro Sánchez empezaron a aparecer diferencias. Nosotros presentamos Adelante Andalucía como un proyecto independiente del PSOE. Después de 40 años de Gobierrno del PSOE no se habían resuelto nuestros problemas estructurales y se había atravesado la gestión pública por corrupción y clientelismo. No íbamos a repetir la experiencia que tuvo IU en 2012 de cogobernar porque normalmente el PSOE se apropia de tus logros y te hacen partícipes de sus contradiccione y, además, dejas todo el espacio de la oposición a la derecha y la extrema derecha: toda la gente que está enfadada con Pedro Sánchez se tiene que enfadar desde la derecha, no tiene un referente de izquierda, y eso es una irresponsabilidad. El segundo tema, el del sujeto propio andaluz, es fundamental. Queríamos voz propia en el Congreso porque nuestra experiencia es que aportamos 61 diputados pero no le vemos el pelo entre elecciones. Somos el granero de voto de las fuerzas centralistas pero no hay ninguna atención a nuestros problemas estructurales, como el desempleo, la precariedad, la pobreza energética o el abandono escolar. Cuando dijimos que íbamos a presentar una papeleta propia nos dijeron que no. La tercera cuestión es ética. Es importante la limitación de mandatos y salarios. Cuando los once diputados que luego nos vimos acusados de transfuguismo donamos el 40% del sueldo en pandemia, ellos no estuvieron con eso.

Sin Pablo Iglesias, ¿es posible el acercamiento?

–No lo sé. Solo hemos recibido amenazas.

¿Habéis hecho algún ofrecimiento?

–Es un poco complicado porque estamos construyendo nuestro propio espacio y lo único que hemos recibido es una amenaza de denuncia por el uso de la marca y la expulsión de algunos de nuestros concejales más señeros como en Jerez, Sevilla o Huelva. No vemos mucha apertura con Pablo o sin Pablo, pero estamos dispuestos a hablar en cualquier momento.

Vox está estancado, pero ha influido con el pin parental o el discurso duro con la inmigración”

¿Teme perder fuerza territorial sin IU?

–Intentamos cubrir un espacio que no está cubierto por IU. Queremos representar a una parte de la población que entiende que el andalucismo es útil en el siglo XXI. En lo territorial, tenemos 26 asambleas comarcales funcionando en Andalucía en plena pandemia con más de 2.000 inscritos en un proceso nada fácil porque no era atractivo apuntarse a una fuerza política que está siendo permanentemente señalda con el dedo y perseguida judicialmente. 

Decía que no es partidaria de pactar con el PSOE...

–De gobernar. Pactar se pueden pactar políticas concretas, investidura, presupuestos, un montón de cosas. Creo que la subida más importante que ha habido del Salario Mínimo Interprofesional fue con Podemos porque condicionó unos presupuestos. Cuando entras en el Gobierno tienes que asumir una serie de lógicas que hacen que rebajes tus aspiraciones.

Lo decía por el relevo al frente del PSOE andaluz. ¿Va a echar de menos a Susana Díaz? ¿Van a cambiar las cosas con Juan Espadas?

–A veces viene otro que bueno te hará... (Ríe). Susana Díaz tiene más carisma, es una mujer más poderosa. A Juan Espadas no lo veo salir de la lógica más bien conservadora del PSOE andaluz. Lo primero que ha hecho ha sido reunirse con Juanma Moreno para acordar la Ley del Suelo que plantea reducir los porcentajes de viviendas protegidas en los centros de las ciudades en un momento de acoso de la turistificación y la vivienda turística, y también desproteger suelo protegido, medioambiental y agrícola, para volver al modelo del pelotazo.

Las encuestas son favorables al PP, sin embargo, consolidando el liderazgo. ¿Ha fracasado el discurso catastrofista contra el PP?

–Juanma Moreno y el PP andaluz han entendido perfectamente lo que tenían que hacer en esta legislatura: perfil bajo, cero gestión, cero iniciativa legislativa y muchas sonrisas y mucha moderación. El PP sabe perfectamente que Andalucía no es Madrid, donde un perfil como el de Isabel Díaz Ayuso puede consolidar votos mediante la polarización. En Andalucía no nos hemos vuelto de derechas. El PP gobierna con casi los peores resultados de su historia, gracias a Ciudadanos y la irrupción de Vox y, sobre todo, por incomparecencia del votante de izquierda. El PP es sabedor de todo esto, maneja encuesta semanales y sabe que tiene que desempeñar ese perfil bajo. Aunque hemos visto algunos destellos como la rebaja fiscal a grandes fortunas, favorecer la educación concertada o la Ley del Suelo.

Gobierno y sindicatos se han rendido antes de la batalla de Airbus, ven a Puerto Real como eslabón débil”

¿Se sobredimensiona la influencia de Vox?

–Nos dimos cuenta pronto de que Vox no iba a desempeñar el papel que pensamos que iba a desempeñar. Está en una situación de estancamiento. El votante razonable de Vox está viendo en Juanma Moreno una opción de derecha que puede contar en el bar. Pero en cuestiones muy concretas sí ha habido influencia de Vox, como en dar a entender que existe un pin parental, lo que ha llevado a que muchos profesores a autocensurarse, o trasladar la idea de que se puede denunciar a un inmigrante que vaya al médico. Si las encuestas se cumplen, van a estar ahí con un PP consolidado que no va a tener tantos miramientos en mostrarse como lo que realmente es, un partido de derechas por más que Juanma Moreno sea simpaticón. 

¿Cómo son su relaciones con Más País?

–Diferentes (con respecto a las Unidas Podemos), buenas en parte porque en su momento tuvimos un discurrir juntos en Podemos con Esperanza Gómez y fue agradable. 

Sus responsables autonómicos y gaditanos sostienen que es el momento de superar la dinámica fascismo-antifascismo.

–Completamente de acuerdo. Creo que una de las enseñanzas de las elecciones madrileñas sobre los resultados de Más País es la importancia de devolver el foco a los asuntos que verdaderamente importan, hablar de las cosas de comer, de sanidad, de educación, de servicios sociales, de medio ambiente.

¿Por ahí irá su discurso para reilusionar?

–Y por presentarnos ahora sí sin lastres, como fuerza andalucista que toma sus decisiones desde Despeñaperros para abajo y que va a defender los intereses de Andalucía en todas las instituciones gobierne quien gobierne.

Los fondos de la UE están diseñados para beneficiar fundamentalmente a las grandes empresas del Íbex-35”

Apelaba en su intervención del fin de semana pasado en la lucha Norte-Sur, aunque lo matizó.

–Un niño o una niña que nazca en Andaucía tiene menos probabilidades de sacar adelante una vida libre y feliz solo por el hecho de haber nacido aquí. Hay que acabar con esa contradicción Norte-Sur, que es un concepto más económico que geográfico. También decía que hay mucho Sur en el Norte. No es lo mismo nacer en Vallecas que en el Barrio de Salamanca.

¿Hay necesidad de sentir identidad?

–Existe una  necesidad cíclica por la que la gente, ante problemas que vive de forma individual, se abraza a identidades colectivas para no sentirse sola. Ahora tiene dos opciones, o elegir una identidad españolista vinculada en este momento de la política española a valores reaccionarios, excluyentes o antidemocráticos, o una alternativa andalucista, abierta, no excluyente, progresista, libertaria y que recoge el patrimonio valiosísimo del andalucismo histórico.

¿Cuáles son su referentes andalucistas?

–Nos vamos directamente a Blas Infante y, de la segunda ola, al protagonismo colectivo, que fue lo más importante. Las movilizaciones del 4 de diciembre y el referéndum del 28 de febrero marcaron un antes y un después en el proceso constituyente español.

¿Tienen contacto con los herederos políticos de ese andalucismo?

–Tenemos a la gente de la izquierda del PA en Izquierda Andalucista y Primavera Andaluz, crítica con la dinámica del partido de ser bisagra, con el oportunismo político durante la época en la que gobernaba con el PP o con le PSOE, con el que le diera más poder. Con Andalucía Por Sí tenemos una relación de unos cuantos más de metros, estamos conociéndonos. Seguramente en cuestiones de la defensa de los intereses de Andalucía en Madrid podamos tener un amplio consenso; en política sociales y económicas, igual no tanto.

Puedo decir con certeza que José María González, ‘Kichi’, no va a ser diputado en Cortes”

Madrid ha marcado la actualidad, pero Cataluña marca la agenda política...

–Madriluña lo llamamos. Estamos cerca de un nuevo pacto de élites, en este caso de las élites española y catalana, que apuestan por un federalismo asimétrico. Es una solución que a nosotros no nos sirve. De hecho, cuando se planteó antes de la aprobación de la Constitución, el pueblo andaluz salió a la calle para decir que queríamos ser como las que más. En este caso, hay que volver a poner sobre la mesa que no nos vale un acuerdo que termine con el conflicto catalán por la vía de más recursos y de una relación especial sin plantear a nivel general una especie de confederalidad democrática, que sería lo razonable, un proceso constituyente a todos los niveles que diera voz al resto de los pueblos del estado para defender nuestras legítimas reivindicaciones.

Quizá fuera lo ideal, pero lo real es que Cataluña tiene una mesa bilateral. Juanma Moreno lo ha pedido para Andalucía. ¿Se pondrá de su parte?

–A nosotros lo que nos molesta es que Juanma Moreno haya pedido la mesa bilateral cuando podíamos pedirla en cualquier momento solo porque Cataluña lo haya hecho. No queremos poner las reivindicaciones de Andalucía en oposición a otra comunidad. Entendemos que Juanma Moreno está jugando más en una lógica de centralismo españolista de su partido que en una lógica de defensa de los intereses de Andalucía. Dicho esto, vamos a coincidir en la defensa de un nuevo sistema de financiación que no perjudique a Andalucía como el que está vigente y como estaba vigente cuando gobernaba (Cristóbal) Montoro en lugar de (María Jesús) Montero. También hay que tener en cuenta que no puedes pedir dinero en Madrid mientras aquí haces rebajas a las grandes fortunas, que es la clientela electoral del PP.

Andalucía está infrafinanciada, por tanto.

–Es una obviedad, nadie lo cuestiona. Con el País Valenciano, son las dos comunidades más desfavorecidas por el actual sistema de financiación autonómica. El PP solo pide un cambio cuando gobierna el PSOE y el PSOE solo lo pide cuando gobierna el PP en Madrid. El sistema lleva caducado ocho o nueve años, pero como no importamos, no se modifica. Si estuviera afectando a otras comunidades, seguramente se habría hecho hace tiempo.

¿Todos los partidos van en la misma dirección?

–Es otro problema que tuvimos con Unidas Podemos. A la hora de criticar el sistema de financiación autonómica, de repente, como gobernaba en coalición con el PSOE, no se podía hablar. Tuvimos conflictos con ellos.

¿Por qué cuesta tanto ir juntos? Ni siquiera con Airbus...

–En la manifestación de ayer (por el jueves) íbamos juntos. Está bien que se vaya a una manifestación juntos, pero no que se presente una propuesta a la multinacional hace un par de meses donde se planteaba ya el cierre de la planta de Puerto Real. Se han rendido antes de dar la primera batalla el Gobierno y las federaciones de los grandes sindicatos de este país, CCOO y UGT, que han dejado vendido a sus compañeros porque entienden que el eslabón más débil y el que puede suponer menos dolor de cabeza es Puerto Real, y se deja caer.

La esperanza de la recuperación pasa por los fondos europeos. ¿Confía en ello?

–No, ojalá pudiéramos confiar, pero igual que en 2008 los fondos de rescate estaban planteados para rescatar el sistema financiero y la banca, ahora los fondos están diseñados para beneficiar fundamentalmente a las grandes empresas del Íbex-35. De esos fondos, va a llegar prácticamente nada a los autónomos y las familias. Y, además, van a ser insuficientes y solo llegarán a cambio de reformas estructurales que van a ser dolorosas como el incremento de impuestos injustos como el IVA o los peajes en autovías, un nuevo recorte en las pensiones y una nueva ampliación de la edad de jubilación, y la no derogación de reforma laboral del PP que fue un compromiso de este Gobierno. Vamos a recibir fondos a cambio de quedarnos con un marco laboral que genera niveles de precariedad inasumibles.

En líneas generales, las encuestas indican que la Junta ha gestionado mejor la crisis provocada por el Covid que el Gobierno.

–No han sido suficientes las medidas del Gobierno central ni las de la Junta. Aquí se han dado algunas ayudas a los hosteleros que alguno decía que daban para los picos del mes y nada más. No se ha planteado una reforma fiscal ni siquiera para incrementar la recaudación, al revés, se reducen los impuestos a las grandes fortunas. Tampoco se aborda la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales en nuestro modelo productivo para que no seamos tan vulnerables porque el turismo se resiente rápidamente.

Permítame para finalizar una pregunta personal. ¿Va a ser la candidata a la Junta?

–Si lo decide Adelante Andalucía y no hay nadie mejor, sí, aunque igual aparece algún candidato mejor antes de las elecciones.

¿Pero quiere?

–Estoy dispuesta.

¿Quién liderará la candidatura para el Congreso?

–Estamos pensando en todo.

¿En quién piensan?

–Adelantarlo supone saltarme el proceso de primaria. Pero claro que hay material.

¿Entre los posibles candidatos está el alcalde de Cádiz?

–Hay algunas cosas que no debo decir porque condicionarían el proceso de primarias y otras no puedo decirlas porque no están decididas. Pero sí puedo decir con certeza que (José María González) Kichi no va a ser diputado en Cortes. Su frontera política está más abajo de Madrid.

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