Los cines consideran que la fecha de lanzamiento de la película en formato doméstico –sólo tres meses después de su estreno en la gran pantalla– “supone un gran perjuicio” para las salas, según el portavoz de la asociación de cinematógrafos de dicho país, Youry Bredewold.
Este plazo viola el acuerdo existente entre los cines y las distribuidoras, que establece un período mínimo de cuatro meses entre los estrenos y las ediciones en DVD, según el portavoz. Las cuatro grandes cadenas de cines holandesas –Minerva, Pathé, Wolff y Jogchems–, que poseen el 85% de las salas del país, han acordado excluir a la película de sus carteleras.
La medida de presión contra Disney “se llevará a cabo a escala internacional”, aunque por ahora sólo los cines holandeses y británicos se han sumado oficialmente a ella –los estadounidenses prevén anunciarlo en breve–, según Bredewold.
Disney “no ha mostrado ninguna disposición a cambiar la fecha de lanzamiento en DVD” durante las reuniones previas que mantuvieron con representantes cinematográficos europeos.