Chris Ware trastocó el universo del cómic con Jimmy Corrigan, un niño adulto que cabalga entre la infancia y la madurez, y que se convirtió en el mensajero de la visión del autor ante el mundo. Así comenzó la serie ACME, un catálogo del universo del autor, que ahora llega a España con un volumen recopilatorio de sus mejores historietas.
El título “es una broma sobre la llamada cultura del American Business y una metáfora de las identidades que reinventamos para nosotros mismos hasta el día en que morimos”, explica Ware en una entrevista con Efe por correo electrónico.
También esconde “emociones y cosas dolorosas de la vida” bajo una imagen “intencionadamente corporativa” que permitiera a Ware despojarse de posibles críticas de sus compañeros.
Y es que el dibujante no sólo ha llevado al límite el lenguaje del cómic, con un estilo visual cuidado y extremadamente sorprendente, sino que ha dado a sus estrambóticos personajes una voz crítica contra la sociedad norteamericana y contra un mundo “que nunca ha estado tan poblado de imágenes de gente que sonríe y se divierte, pero que es tan miserable”, destaca Ware, en referencia a las imágenes de la televisión, revistas y anuncios publicitarios.