“Intimista, melancólico,...”, así es el cine de Isabel Coixet y así es su nueva película Mapa de los sonidos de Tokyo. “Me gustaría hacer una comedia, pero no me sale, creo que es el género más difícil”, confiesa a Efe la cineasta catalana, a dos meses del estreno y tras pasar por Cannes.
“Cannes es como Salou, pero lleno de caniches”, asegura Coixet, para quien “ir a un festival es como ir a un examen” y ella lo pasa “fatal”. Mapa de los sonidos de Tokyo competía por la Palma de Oro, pero les tocó “los últimos y eso es malo, aunque diez minutos de aplausos dejan muy buen sabor de boca”.
Mapa de los sonidos de Tokyo, que se estrenará el 28 de agosto, está protagonizada por Sergi López y Rinko Kikuchi, y cuenta la historia de una joven solitaria que de noche trabaja en la lonja de pescado en Tokio y de vez en cuando mata por dinero y por encargo, como ocurre con el señor Nagara, un poderoso empresario que quiere vengar la muerte de su hija y echa la culpa a un español que posee un negocio de vinos en la ciudad.
“La película nació hace cuatro años –comenta Coixet– cuando estaba en el Festival de Tokyo y viví más en serio la ciudad. Un día me llevaron a la lonja de pescado, un lugar extraordinario por sus olores, sabores, sonidos y colores, y me puse, como siempre hago, a sacar fotos con mi móvil”.
A los japoneses “no les importa que les fotografíes, pero me encontré con una chica que se negó en rotundo. Entonces –argumenta– cuando volvía en el avión, empecé a pensar qué es lo que quería ocultar a toda costa y salió esta historia”.
El mapa de los sonidos de Tokyo que Coixet dibuja en su película, reúne “el sonido de las típicas máquinas tragaperras conocidas como pachinko, los vips de lujo, las chicharras, el tráfico y ese murmullo que está presente en todas las aglomeraciones. Allí no chillan como en España, en una gran estación de tren donde hay miles de personas, lo que hay es un enorme murmullo”.
Y en ese mapa de sonidos tan especial, como ocurre en todas sus películas –Mi vida sin mí, Elegy o La vida secreta de las palabras– la banda sonora se convierte en una protagonista más, “una banda sonora especial, muy ecléctica”, una colección de canciones que a ella le gustan, con nombres como los del mito de la canción japonesa Misora Hibari, Antony and The Johnsons, Max Ritcher o el dúo holandés Kraak & Smaak, o los grupos españoles Bedroom y La Flama.
Rodada en inglés, japonés y catalán, la película reúne por primera vez a Coixet con Sergi López, “un monstruo como actor y un tipo genial, fácil y con un gran sentido del humor. Toda mujer que ha visto la película sale enamorada de Sergi”, reconoce la cineasta.
La réplica a Sergi López se la da la japonesa Rinko Kikuchi, candidata al Óscar por Babel, “un amor de persona”.
“Todo el mundo se enamora de ella -comenta-. Tiene una fuerza en la mirada increíble y un par de ovarios, ya que hay escenas en la película que sólo podría hacer ella; escenas de sexo rodadas, no en la penumbra, sino con toda la luz posible y desde todos los ángulos”.
Sí, el “sexo es otro de los protagonistas de la película, porque es el sexo el único camino común entre ambos”. “Un sexo muy femenino, por eso Sergi enamora a todas las que le ven en el cine”, asegura riéndose.
Coixet acaba de llegar de Uzbekistan, donde ha rodado un documental sobre el Mar de Aral para la Fundación We Are Water, que se emitirá en internet con el objetivo de recaudar fondos para llevar agua a lugares de américa en los que escasea, y ya prepara el diseño del pabellón de España en la expo de Shangai 2010, junto a Bigas Luna y Matin Patino.
Al mismo tiempo, espera nerviosa -”quien diga que no se pone nervioso por un estreno miente”- el estreno comercial de Mapa de los sonidos de Tokyo, pero al mismo tiempo con la tranquilidad de saber que ha hecho “una película de esas que remueven el interior de los que la ven y da que hablar”.